Hoy he vuelto a soñar contigo. Ha sido sutil, casual e intenso. He soñado que por primera vez, te abrazaba como de verdad me apetecía, sin razones ni rencores. Sólo porque sí. Y he sentido de verdad que todo aquello que ahora es pasado y que no volverá, resurgía en mi cabeza; en todo mi ser, despertándome de ese estúpido letargo en el que me sumí por algo que no tenía que ver conmigo. No eres tú el que se tiene que disculpar; soy yo. Olvidé decirte, que en cierto momento de ésta historia, de verdad sentí algo por tí. Aunque eso puede que ya lo sepas. Te mereces que se yo quien te lo diga. Te quise. Pero sé que nunca volverá a ser lo mismo. Por un lado o por otro siempre habrá algo que lo impedirá.