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Mostrando entradas de 2019

Suspended;

Hoy es una de esas tardes que pensé que ya habrían acabado y continuaron vivas y prendidas como una vela que no quiere extinguirse. La luz titila hoy. Hoy mi día está lleno de contradicciones. Está lleno de deber en condicional y acompañado por 'peros'. Parecen decepciones de visiones en el mundo. De ideas. De autoestima.  Es muy extraño. En mitad de estos fragmentos rotos que intento poner en orden por sanarme una vez más he pensado en esa máquina blanca y pequeña que encendías al llegar a casa de noche. Aquella que rellenabas de aceite y que parecía ser el único concepto de religiosidad que conocías. Atizaba toda la habitación y la llenaba de aire ahumado con esencia de algo entre químico y natural. Quizás durmieras mejor con ello, con el único pedazo de rutina sana que yo pensé que tenías. Lo cierto es que estoy recogiendo pedazos en esta tarde tan rara y me he acordado de esa canción que le encontré guardada y escondida. Esa que escucho ahora y que hacía años qu

mrll.

Con el tiempo esto se ha convertido en impersonal y prosaico. Ya supongo que no es lo que era. Venir aquí a desahogarme no es lo mismo que crear arte ni nada parecido. Me duele haberlo perdido, que se me haya escapado de las manos sin hacer nada por evitarlo, como otras muchas cosas estos años. Digo dolor como si se pareciera en algo a lo que siento. No describo con eso lo que siento. Describo aquello que creo debiera sentir. Ahora mismo se ha corrido un velo blanco entre mi cerebro y mis ojos. Prácticamente esto es lo único que veo. Y golpeo, sin pensar demasiado en cada paso que doy. Son cosas que nunca decidí perder si no que al contrario, di por sentadas por ser tan mías entonces. Ahora miro hacia atrás y me siento entre ingenua e inerte. Como alguien a quien se le escapa un tren delante de las narices. Quizás esa frustración se parezca a esto que intento contar. No sé ni por qué. Venía aquí como suelo hacer, realmente a otra cosa. A desembarazarme de nuevo de ti. A tomar d

Fújur

No sabría si llamar a esto ahora mismo inspiración. No sabría llamar ya nada de esto que me viene cuando escribo. Cuando te escribo. No te emociones, tal vez lo habré hecho un par de veces. Pensado como cientas, pero debe ser, que me golpea en el cráneo el orgullo desde dentro y me pregunta '¿Para qué?' He salido hoy de la casa sombría. Ni siquiera me he despedido de los gatos y tras fumarme el último cigarro del fin de semana (a ver quien se traga eso) con la persona a la que más cariño le he podido ganar en los últimos años, me he enchufado y sumergido en ese mundo que es tan mío como pocas cosas lo han llegado a ser. Con las manos manchadas de grasa y sal, pocos metros más allá me he acordado de ti y me he reído. Para mí. Por ti. Para adentro. Resulta que no, no eres único. Ni inigualable ni irrepetible. Ni tenías derecho a dañarme. Hoy mismo te he visto en tinder. Bueno, mejor dicho a una versión fotogénica de lo que me enseñaste que eras. No he visto a quien yo creí qu

El tío del perfume

No puedo aguantarlo más.  No sé como sacarlo ni con qué miedo. No puedo ahora mismo imaginar más que escupirlo. Vomitarlo. Esas son las ganas que me recorren ahora mismo. Esas y las lágrimas que se me agolpan contra el pecho, obstruyen mi garganta, me impiden tragar. Me impiden pensar y me recuerdan la cantidad de veces que he imaginado arrancarme el pelo de un par de tirones. No entiendo qué es lo que ha hecho todo esto conmigo. De verdad que a cada paso que doy parezco alejarme a zancadas y me acerco. Tanto que me quema. Tanto que duele, me tenso y aparto la mirada. El calor es sofocante. ————— Quizás fueras solo una casualidad en un mal momento y mal lugar. Quizás el momento y la casualidad fueran malos y una casualidad y tu eras lo único que debía estar allí. Debimos creernos ambos hasta la médula que lo estabas. Tú. Ahí. Dónde te perdí dos veranos. Donde me perdí dos veranos, donde me encontré uno de ellos. Esta vez no tengo Berlin que me saque a respirar a la superfi