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Mostrando entradas de 2014

Interlude#006

Endless summer of Nightmares:   Beginnings. Hablar de principios es hablar de finales, y esto último tiene su ironía cuando se trata de verano interminable. Aquel verano que debería haber sido un sueño precioso y que se tornó oscuro, más allá del cielo encapotado de esta ciudad y otros muchos cielos que retiene su memoria de ese verano; fue el último verano que recuerda haber deseado que acabase, 'de una vez por todas'. Como en tantas otras ocasiones, la expresión para poco le sirvió. El verano acabó, pero su sueño ennegrecido se alargó unos meses. Había naufragado su barco de felicidad y fue entonces cuando tomó una decisión que si sería permanente: jamás volverían a ser los mismos en ese barco. Y el tiempo demostró, que así sería. No volvió a subir a ese barco; no quiso y no se le dió la oportunidad. El barco, seguía, dejándola atrás y sin alterar su rumbo, dirijiéndose hacia el sol sin saber que se quemaría. Ella a la deriva en el mar, perdida, encontró su propia forma d

Interlude#005

Endless summer of Nightmares:   The Morning After De nuevo y tras meses es tan difícil de retomar el camino del narrador impasible... Como siempre todo ha cambiado desde lo último que sabéis. Esa última semana le sirvió como transición caótica y dolorosa de su año raro, al verano que sería sin lugar a dudas la montaña rusa de sentimientos más grande que habría experimentado. La mayor guerra interior, llena de luchas en uno u otro aspecto de si misma, frente a distintos enemigos que en rara ocasión no acabaron por clavarle la verdad en la espalda y huir. Un verano en espiral, infinitamente lleno de recuerdos terribles y bellos que se funden ahora en punzadas en la barriga, despertares oscuros, luz dañina y calor, envueltos en el velo gris de las nubes de la ciudad. Ese último momento de vacilación había conseguido desatar el caos dentro de ella y las ganas de caos; que no se marcharían hasta que la madurez la fuera invadiendo y calmando poco a poco. El le había ofrecido ese beso y

Blur.

Echamos a caminar, y a cada paso, me acompañaba esa canción en mi cabeza. A mi derecha, su mano, y en su rostro la sonrisa que copiaba el mío. Con cada adoquín del suelo, un tintineo sordo más, y otra mirada sincera. Mientras nos adentrabamos en la madrugada, en la calle, en lo que estaba por venir. En mitad de un salto había esquivado el escalón que daba paso a la calle. El frío se empezaba a notar en el aire. Miró el reloj, como resolución definitiva de que la hora no le importaría en lo que le quedaba de noche. Detrás de ella un portazo. Su mirada la seguía con ojos cálidos, hasta que la alcanzó del todo. Cruzaron la calle. Dándose la mano empezaron a caminar calle abajo en mitad de la luz anaranjada de miles de farolas envejecidas. Todo estaba teñido de la calidez artificial de la noche caliente todavía de noviembre. Sus botas empezaron a sonar contra el asfalto y empezó a concentrarse en el sonido, evitándo así los pensamientos sobre la preciosa noche anterior frente al mar

Fragments.

En muchas ocasiones siento todo hecho pedacitos. Roto de mil maneras y por sitios distintos. Y cuando recojo el desastre del suelo con ojos húmedos, ya soy perfectamente consciente de que volverá a caerse al suelo, para romperse y dolerme de nuevo ¿Pero qué más me queda que levantarlo del suelo e intentar arreglarlo? Me veo reflejada de mil maneras distintas, con miles de colores distintos. Algunas veces más grandes, otras más pequeños, más flaca, más inteligente, más fea, con más corazón, más simple, menos asimétrica... Y al siguiente vistazo veo todo lo contrario; al siguiente otra cosa totalmente distinta. Y observo la imagen de esos pedacitos de cristal y como ondea y oscila de uno a otro mientras centro la vista en uno, enfoco otro y me veo observarme. Distinta pero yo; desconocida pero yo. Las luces y las sombras, cambian la percepción de lo que es bueno y lo que es malo y lo que no es ninguna de las dos. Los colores, cambiantes y centelleates, se iluminan y se vuelven opac

Carga eléctrica.

Siento como mi mente y mis sentimientos se dividen allí donde mi comportamiento y mi realidad no pueden. ¿Me encuentro acaso ante una especie de decisión que deba tomar? ¿Tengo acaso elección? Ya puestos digo: ¿Y qué pasa si la respuesta a ambas preguntas es 'no'? Probablemente mi mundo implosionaría. Tal y como están las cosas de relacionadas, todo acabaría dado la vuelta y con un balance total negativo. Pero no puedo evitarlo si es lo que tiene que pasar.. Puedo evitar gestos, movimientos, reacciones, sabiéndo que me fuerzo a mi misma por un bien mayor, si eso van a ser cosas como tranquilidad, estabilidad, felicidad, sentimientos... Aunque estuviese actuando, habría decidido hacerlo por mi. Las líneas en cambio. Son difusas. Demasiado. En mi búsqueda, jamás en encontrado en el mundo verdades absolutas por mucho que haya creído verlas y haya creído tener la razón y diera por hecho que el mundo se equivoca en su funcionamiento. No existen límites; líneas que defi

Humanidad.

Es sólo al apagar la luz cuando consigo sumergirme totalmente en la profundidad del estanque de color añil que me he fabricado con tanto esmero. Casi me recuerda a las inmersiones en la ciudad . El ritmo constante de la música, falta de texto y empapada en sentimiento y liviandad. El cursor sobre el blanco y las teclas centelleantes provocan un pulso; que junto con el mío, ansía un final. Unas contradicciones que he aprendido a amar y que sé donde buscar. El cuerpo me pesa. No entiendo porque tanta materia, tanto hueso, músculo, grasa y órganos. Se da de golpes contra lo que ansío ser. Aquello a lo que mece el aire, que baila con el viento en ondas imposibles. Ese cuerpo capaz de levitar con ayuda de una paz interior que mi condición jamás podrá obtener. Ojalá se deshiciera todo eso tan grotesco que me atrae hacia el centro de la tierra, o las leyes de la gravedad se ajustaran para mí. So viel Menschlichkeit.  Se torna el aire psicodélico y pesimista, mientras las notas s

Una Semana de Contacto Cero #007

Aunque tarde, siempre llega el momento de poner fin a las cosas. Que fue exactamente lo que pasó, después de una semana en la que quise aprender a sentir, y sólo vi como el tiempo se me escapaba junto con él. Supuse que sería liberador y podría respirar en cierto sentido, pero jamás hubiera dicho que ese cambio iba a poco a poco desligarme de esa parte de mí. No conseguir que se marchara o eliminarla, pero si enterrarla en orgullo y exasperación. Y muy poco a poco fui notando como mis decisiones tenían sus consecuencias, y el tiempo las suyas propias. Aquí, ahora, el sonido de los coches y la ciudad; ese bullicio moderado me arrulla y me ayuda a expresarme después de tanto tiempo regodeándome en la espera y en el poner fin a un capítulo, que aunque metafórico, algo supone. Tiempo que me ha hecho falta para ganar fuerzas y encerrarme un poco más en mi misma. Un viaje que me ha hecho falta para demostrarme que sé querer, y se sentir cosas bonitas más allá de lo que conocía. Que él

Una Semana de Contacto Cero #006

Has roto el cuento junto con la magia que había, lo hemos roto los dos. No sabemos hablar como personas ¿Cómo vamos a querernos como locos? No estoy segura de si volveremos a hacerlo alguna vez. Por lo pronto se que no tengo ni ganas de seguir con esto, ni de dejarlo; ni de que vengas, ni de que no lo hagas. Ni de besarte ni de no poder hacerlo. Todo se resume a los opuestos que me dejan hecha un lío contigo, me alejan de ti y me hacen resistente, indiferente, sin sentimiento. Te he querido tantas veces aqui y nunca has estado. Te he echado de menos tanto y no lo he oido de vuelta. He confiado en ti y rara vez he salido ganando... Así que ¿Qué demonios es esto y que estamos haciendo? Aquí. Todavía. Donde siempre sin movernos un ápice. No quieres ¿No? Moverte. Pensar. Confesarte. Venir. Besarme. Volverme loca. Debo de suponer que todo eso se ha acabado ya. Que nos quedamos sin sentimientos, paciencia ni valentía. Yo estoy sin ganas y sin fuerzas.¿Cómo estas tu?

Una Semana de Contacto Cero #005

Una L romana, y unas cervezas. Una noche que me recuerda un poco el porqué quiero, y por qué prefiero lo que tengo. Una noche calurosa y el frío del temple que intento tener. Mil y una contradicciones. Mil y una vueltas que le he dado a esto ya. No se si me queda mucho por hacer. Muchísimas cosas me hacen echarle de menos y otras tantas me hacen olvidarle. Unas hacen que respete la situción y otras hacen que la odie. Unas me llenan de ganas de verle y otras me hacen querer huir de ese momento. Unas me plantean preguntas y otras rehusan de encontrar respuestas.  Mil y una contradicciones. Mil y una caras de mi vida anhelante. Estoy harta de repetirle lo mismo a todo el mundo. Intento dar orden, intento ponerle una forma a mi cabeza, a todos los pensamientos que confluyen, puede que a lo sumo intente geometrizar a Hysterya que ha vuelto a asomar la cabeza este verano ahora que me doy cuenta, aunque ha cambiado y ya no es tan autoritaria como era antes porque mis gritos y

Una Semana de Contacto Cero #004

Mierda. Esto es  lo que si que no tenía que pasar. No quería quebrantar el compromiso impuesto para esto. Para nada. Para dejar de echarle de menos a las malas. Necesitabamos esta semana de reclusión para poder dejarnos ver de nuevo porque habíamos forzado a empezar este verano de ya cuatro meses, más cerca de los cinco, que casi podrían resumirse en dos. Uno bueno y otro bastante malo. La calma que blandía hasta esta tarde la interrumpió él, aunque la han machacado otros. La música no ayuda, los amigos se sienten eternamente distantes, el aire se inspira arisco y se expira cargado e inflamable. Si lo encendéis, prende. Aunque hay alguno al que no le dejo leer la etiqueta. Debidamente incendiada de nuevo por un temor estúpido y una decepción más que añadir a la larga lista, le hacen pasar a él y nuestros errores a un segundo plano. No hay ninguna gana de encontrarse ahora mismo curando el mundo o salvando relaciones; ambas cosas igual de complicadas. De nuevo me siento vacía y

Una Semana de Contacto Cero #003

Si, ayer me olvidé de decir que flaqueé, que tuve que intentarlo. Volver a hablar con él para recordar que esto empezó por algo, que seguía todo el sentimiento ahi y que nada había cambiado y perdonarnos la nada y el todo. Beep. Beep. Y adiós a las esperanzas de curar la confusión con palabras bonitas. Pero lo gracioso es, que después de todo el día, soy feliz he sonreído muchisimo, y estoy ronca de hacerle cosquillas a mi madre. Poder disfrutar de los pequeños placeres de un martes cualquiera de agosto, por el hecho de que tu consciencia te lo permite y no hay ninguna parte de tí que se sienta culpable por no pensar en él; hace que esto parezca un poco más real y da miedo. Y a pesar de todo le extraño muchisimo. Quiero coger su cara entre las manos para mirarle sin decir palabra,  volverme de nuevo una niña mientras me rio a carcajadas. Querría que me acariciara el pelo y me hiciera cosquillas en la oreja susurrando, enredar mis piernas para acabar prisionera de un beso que q

Una Semana de Contacto Cero #002

La enfermedad no esta evolucionando bien. La abstinencia total es casi imposible. Soy yo la única que podría intentar acabar con ello y no quiere, pero tampoco estoy segura de querer pasar una semana entera asi. Si antes era poco, ahora es nada; no hay forma ni de hablar. Quizás lo consideréis una boberia, pero ¿Hace cuánto que no podemos hablar ni palabra; nada, con alguien en una semana? Puede ser que para mi parezca hacer un siglo; en parte metafórico, en parte literal, de eso. Intento conscienciarme de que esto va a durar una semana completa, que va a seguir así, día tras día, y que incluso cuando acabe el periodo de abstinencia estaré en cuarentena durante una semana más. Que termine la abstinencia no significa, que se me permita volver a drogarme. Y ese es el pensamiento que más me mata. Quizás tenga yo la última palabra sobre el cómo llevarlo, pero las directrices son claras y toda esta situación la eligió él. O de nuevo la eligieron otros por nosotros. Pero poco import

Una Semana de Contacto Cero #001

Sin rumbo ninguno aparezco por aqui, con la excusa de que él se ha marchado y yo debo de intentar averiguar que pasa conmigo y nosotros y cómo ha de encajar eso con mi lógica de matemática peculiar. Se marchó. Se fue y poco más que palabras rápidas y excusas bobas le dió tiempo a decir antes de desaparecer hasta dios sabe cuándo. Eso eligió antes que ponerle palabras a la carga asquerosa que me hace a mi dormir mal, y a él seguro que le afecta tanto o tan poco como lo que me debe querer (eso preguntádselo a él). Supongo que espera, que su confusión le valga una vez más para que yo sola nombre algo que no parece poder ser llamado y se arregle todo de nuevo. Estoy tan cansada ya. Tan agobiada. Tan rota. Tan confusa yo también, que es difícil saber si un te quiero es sincero, o si un nosotros significa lo mismo que ayer o no. Tan desilusionada, que me planteo preguntas sin buscar una respuesta que me merezca la pena por el cúmulo de cosas estúpidas de mi cabeza. Tengo ganas de tener

Corriente del desierto.

Después de tanto tiempo. De probar tantas cosas y a la vez tan pocas. De ver el mundo desde tantos ojos distintos, que te marea como entran y salen las visiones de tantos y confluyen en la tuya propia. Indefinida. Después de llorar por él, de amar, de dejar de lado y sentirte apartada. De apuntar cielo y conformarte con mirar hacia arriba con el viento revolviendote el pelo. De estar sumido en el completo caos interior, de implosionar y oir el el silencio. Hueco. Después de esperar y esperar a que algo cambiara porque sabias qué era lo correcto. De rendirte y levantarte del suelo con arañazos. De encuentros vacíos, haciendo tiempo, intentado olvidar aquello a lo que estas esperando. Después de todo eso empezó el ahora. Y las cosas que empezaban a ir bien van mal, las que siempre estuvieron ahi, se largan sin decir palabra. Y a nadie puede importarle porque con lo que decae, viene el cambio. Y no tengo ningun derecho por el momento a que me entristezca lo que ocurre por

Él. Ciudadela.

14/04/2014   Habiendo grandes quimeras retorciéndose en su interior. Innumerables. Cientos y miles de ellas solo era capaz de nombrar unas pocas. Y era solo a ellas a quienes podia echar la culpa de su constantemente insustanciado mal humor y su asfixiante mal genio. Empezaba por pensar en lo surrealista; a la par emocinante de ser feliz por alguien y acababa cada vez más convencida de lo mucho que debemos desconfiar del mundo y confiar en nosotros. Esas quimeras la mantenían siempre alerta y formaban parte de su intuición. Más agresiva que la del resto por culpa de ellas pero sin llegar a ser única. No había desde hacía tiempo nada que la hiciese única. Sentía como poco a poco su presente se veía obligado a nutrirse del pasado; como cada vez era más dependiente de las viejas amistades, viejas relaciones, la persona que antes había sido era la que había lanzado tantas sonrisas y emanado una confianza en sí misma que hacía que los demás tuvieran que pararse a averiguar porqué se se

Together We Cry

30. 01. 14. En mitad de la confluencia entre los recuerdos y el momento. Ahi estamos. Echa un asco y harta del mundo. Enfadada. No puede ser que me pase tanto tiempo malgastado y esperando a nada. Y la gente pasa y pasa y siempre hay alguien que me dice "sólo esta vez". Mentira. Jamás nadie me deja marchar; sólo me echan. Creo que que quiero estar con él, que esta lejos. Que quiero verle y sentir por fin que alguien me entiende de alguna forma poco estúpida y más sincera. Pero es imposible que eso pasara. Aunque viniera. Sólo porque es lo que yo quiero, jamás ocurriría. Lo que no se es porque, sabiendo eso como lo sé, sigo guardando alguna clase de esperanza o algo parecido; pero no con respecto al Él de aquí, sino con todo. Es una clase de agotamiento aplastante. 3. 06. 14. Me gusta recuparar viejas reflexiones incompletas porque me hace recordar que a pesar de todo lo que pase, sigo siendo yo. Y no me hace falta que nadie más logre reconocerme más que

El camino a casa.

El mundo es distinto contigo. Mi realidad lo es. Las cosas toman una dimensión totalmente distinta. A riesgo de que alguien lo sepa, por lo menos a ciencia cierta. El dolor de labios es testigo de lo que creía imposible. No sé qué es lo que creía imposible. Sólo es la única palabra que se me viene a la cabeza para describir mi indescriptible. Mi locura. Mi falta de voluntad. Mi provocación. Todo eso que eres para mí. El cielo es azul eléctrico en la tarde de lo que debería de ser un verano teñido de desesperación. Debería y no lo es porque parece invierno. Un invierno extrañamente onírico. Es imposible que el cielo esté así. Y aún así lo esta; y aún así eres. Me faltan ya las palabras porque mi estómago y lo que hay dentro de él y de mis pulmones se revuelven contra mi. Quiero tumbarme y disolverme entre sábanas de color infinito. Quiero estar sola y contigo. Quiero, quiero, quiero. Y mi barriga se revuelve y creo que quiere vomitar. Doblarme hacia el suelo, contorsionarme y e

(11) Youth#001

No me dejan hablar del tema porque resulta que no soy la única a la que le duele. Bueno, el 'dolor' es algo muy fuerte a estas alturas. Es de esos momentos en la vida en que trágicamente el mundo alrededor y sus problemas te dan, mucho me temo; francamente igual. Prefieres pensar en tí, en cómo te afecta o no lo hace y querrías desconectarte del mundo para sumirte en una profunda nostalgia que, si lo piensas un poco ni siquiera esta ahi.  Con todo esto acumulo odio por dentro. Odio y rabia. Porque hay muchos a los que no puedo odiar. El odio es algo muy fuerte, y es fuerte por ser como una transformación de los sentiemientos buenos que tienes en un momento hacia una persona, en malos. Para odiar tienes que haberlos querido. Y yo les he querido mucho. Asi que ahora odio mucho. Pero no lo pienso. Lo pensaba cuando escocía porque la herida estaba abierta, o no, peor incluso era antes de que se abriera, cuando ya intuía lo que iba a pasar. Pero ahora sólo puedo lamentarme mient

Dead End

Todas las señales apuntan a una sóla cosa. Me hallo al borde de un precipicio. Ya me he saltado todas las señales de aviso, los círculos rojos y blancos de prohibido el paso, las tiras negras y amarillas, los signos de exclamación de tamaños desorbitados. He roto con todas las barreras que creía existían en mí y más. Y es que las cosas, sinceramnete, no podrían ir peor. Y yo no podría estar más tranquila. No recuerdo una sensación semejante de paz y aburrimiento ni en aquellos momentos en los que era lo que se esperaba de mí. Aquí estoy. Llego y me tumbo y dejo escapar un par de maldiciones al aire después de un día terrible y que a pesar de todo no me lo parece. Soy incapaz de verlo tan mal. Y creédme que intento convencerme a mi misma de lo realmente grave de la situación . Yo soy un barco, y el barco se hunde. Con una rápidez que pretende eclipsar a la del Titanic. Me hallo sola. De nuevo el mundo gira y gira y se mueve en su constante ritmo frenético dejándome sin aliento m

Unzerbrechlich

Espero que las palabras vuelvan a salir solas porque yo ya no puedo empujarlas. Me encantaría tener tanto en la cabeza como antes. Sentir las cosas tan claras como siempre. Empiezo a entender que es eso del "no sé" respecto a tus sentimientos. Es asqueroso. Me siento fatal. Aunque eso tenga también otras explicaciones. La vista se me va, no se posa sobre las cosas y no se para a apreciar lo bellas que son. No hoy. No después de esta semana en que me he sentido tan rara que no sabría decir bien ni porqué ni como. 'Hay algo dentro de mi que tira desde debajo de la superficie' - Linkin Park Sólo espero que esa sensación se vaya rápido porque quiero dedicarme de lleno a eso que intenta tirar de mi hacia dentro. Aunque conociéndome me lleve a implosionar. Quiero averiguar donde se había metido y que debo hacer ahora. Necesito estar a sólas conmigo misma. Y eso no es estar tirada en la cama con el extraño síndrome de la mirada perdida y esperando a que el mundo te resca

No quiero mirar.

Lo llaman módulo. El que reflexiona aunque sea un poco, querrá llamarlo adicción, motivo o error. Tiene demasiadas acepciones como para atribuirlas exclusivamente a algo. Una sóla. La unidad mínima reconocible; algo que por definición ha de repetirse para lograr formar un todo. Dicen que el artista no debe temer a mostrarse y firmar sus obras. Esas obras, serán suyas, pero no tienen que ser de arte. Podrían ser pesadillas firmadas con tinta imborrable y que jamás el artista conseguirá olvidar. Y creo que dentro de todo lo que conlleva serlo, el artista lleva implícitas las ganas de querer curar el mundo y cambiarlo todo incluso más allá de esas pesadillas que ya sabe imborrables. Paliar la miseria, la ignorancia, la falsedad... todo lo feo y que le disgusta, siempre creerá que había una mejor opción; más idealista, mas redonda, más perfecta y más agradable que todas las demás. y siempre será así. Siempre habrá mejores opciones. Pero nunca las tendremos todas ni en el momento adec

"Es tuyo, tu verás."

A veces y con la ayuda de la oscuridad y la luna, dejas de sentirte sola de noche. Dejas de sentirte sobrecogida o presionada y pasas a formar parte de ella. Ya no tendrá tanto que ver con esas dos bellas inmensidades nocturnas, si todos vivimos bajo exactamente las mismas. Es una sensación de esas que sabes que nunca volverán igual porque es momento es único, simple, y demasiado especial de lo poco que lo es, y sabes que has tenido suerte y hoy; en esta hora, te inunda una paz interior y una tranquilidad que no sabrías describir. Y yo me pregunto, ¿Pasarán estas cosas solo cuando te sientes feliz? Veamos, no quiero que esto lleve a confusiones; no reniego de aquello que dije y no vengo aquí a decir que todo ha vuelto a su cauce y la 'mala racha' ha terminado. Sólo digo que, el mismisimo tiempo ha seguido diluyendo el dolor poco a poco, que sigue estando ahí y que ahora me siguen causando otras cosas y resulta que hay oasis. Pequeños y largos y grandes y cortos son ca