Ir al contenido principal

No quiero mirar.

Lo llaman módulo. El que reflexiona aunque sea un poco, querrá llamarlo adicción, motivo o error. Tiene demasiadas acepciones como para atribuirlas exclusivamente a algo.

Una sóla.

La unidad mínima reconocible; algo que por definición ha de repetirse para lograr formar un todo.

Dicen que el artista no debe temer a mostrarse y firmar sus obras. Esas obras, serán suyas, pero no tienen que ser de arte. Podrían ser pesadillas firmadas con tinta imborrable y que jamás el artista conseguirá olvidar. Y creo que dentro de todo lo que conlleva serlo, el artista lleva implícitas las ganas de querer curar el mundo y cambiarlo todo incluso más allá de esas pesadillas que ya sabe imborrables. Paliar la miseria, la ignorancia, la falsedad... todo lo feo y que le disgusta, siempre creerá que había una mejor opción; más idealista, mas redonda, más perfecta y más agradable que todas las demás. y siempre será así. Siempre habrá mejores opciones. Pero nunca las tendremos todas ni en el momento adecuado. Y así el artista vagará, perfeccionando su pequeño mundo, desarrollando exponencialmente esa belleza que busca  y cada una de sus obras será, un paso más hasta alcanzarla. Nunca acabará ese continuo e incesante camino porque hallará la imperfección en su perfección. Unos pocos maduraran hasta lograr ver la perfección en la imperfección, y será entonces y sólo entonces, cuando ese crecimiento se vuelva más líneal; siempre cambiante pero a menores revoluciones y se sienta satisfecho. Comprenderá que puede que no haya sanado al mundo de su horror, pero siempre habrá alguien capaz de entenderlo y ver belleza donde antes no la había y ahora la hay, gracias a él.

Pero si el arte fuera un ciclo muerto y acabara ahí no llegaría a nadie; no conmovería a las masas como lo hace, y no estarían locos aquellos que escapan con él. El ciclo vive. Y vive en quien viene detrás contemplando esa belleza. Vive en quien es capaz de entender y reconocerla. Porque es aquel quien saltará de lleno en su propia búsqueda de más perfección dentro de la que lo era para alguien antes que él.

Éso es el modulo. Cada artista es esa mínima parte reconocible de la totalidad de la expresión artística en sus incontables vertientes.

La belleza que sólo se atreven a buscar unos pocos, es aquello de lo que el módulo forma parte.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Una Semana de Luces #002

Me han hecho darme cuenta hoy, de que probablemente me siento más vacía aquí porque lo suelto todo hablando. De que si no encierro las cosas, no puedo disfrutar de esto igual. Y he sentido la leve y molesta presión de la injusticia. No me gusta tener que elegir entre pensar y escribir y liberarme hablando. No entiendo porqué no puedo tener las dos cosas. Esto me hace sentirme más en paz y me produce algo que nada más hace. Pero, ¿Porqué voy a tener que resignarme a callar por quererlo? Creo que por una vez, en tanto tiempo merezco la oportunidad de que me escuche alguien y aprovecharlo. Todo lo demás me parece injusto. ------------------------------------------- Se trata de ella. Que cree que nada, cuando en realidad vuela. Es lo que quiere. Es esa ligereza con la que lo hace todo. Es esa sonrisa con la que todo adorna. El mar esta encerrado en sus ojos si todavía lo buscas. Está ahí en un día de verano nublado y ella se desenvuelve como si nada. Nada. Sueña que nada en sus...

Una Semana de Luces #001

Ha llegado hasta a preocuparme qué escribir. Pensar si merece la pena siquiera intentar transmitir algo especial. No concibo prácticamente el hacerlo sin intención de nada. Lo que quiero es soltarme yo. Redescubrirme y echar a volar. No se que signfican muchas cosas para mí. Es un momento raro. Vivo más fuera que dentro de mi. Y se me hace muy raro. Como si en estos momentos no hubiera nada que me preocupara y me hiciera daño. Pero si lo hay. Será por ser sensible. Pero me duelen los demás a mi alrededor. Yo misma me preocupo menos. ------------------------------------------- No quiero que ella se sienta mal allí. Yo quiero que sea feliz. Y que lo sea de cualquier manera, que los demás luchen por ella las batallas que yo desde lo lejos no puedo. Tienen que estar dispuestos a hacerlo. Ella se lo merece y no va a pedir ayuda. Es una buena soldado. Herida, y no sé cuán profunda es. Ella se dedica luchar por los demás a su manera especial. Ella es única y brilla. Brilla. Y no enti...

Espera.

<< Y la chica de la falda de cuadros acabó mojada, hecha pedazos y con una lágrima manchando su perfecto y delicado rostro, ante un día en el que debería de haber brillado el sol. >> 7:30 de la mañana, miércoles 30 de Abril. Al norte de una isla perdida en el Atlántico, en una cuidad llena de magia en cada rincón. El sol brilla como acostumbraba a hacer antes de que llegasen las lluvias. No hay nadie en la calle, ¿O sí? Por lo menos nadie que llame la atención del pequeño bulto, sentado en un banco de la Calle Mayor. Está esperando a alguien, o a algo. ¿Pero, que espera...? Sentada como estaba, tuve la tranquilidad necesaria para poder pararme a pensar que era lo que me había sacado de casa tan repentinamente aquella mañana. ¿Que había sido? ¡Demonios! ¿Que era tan importante, que iba a pasar que fuera tan importante para sacarme de la cama a las 6:00, ducharme y vestirme con sumo cuidado, para que al final acabara allí, sentada en un banco, sin intuición que seguir...