Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2019

mrll.

Con el tiempo esto se ha convertido en impersonal y prosaico. Ya supongo que no es lo que era. Venir aquí a desahogarme no es lo mismo que crear arte ni nada parecido. Me duele haberlo perdido, que se me haya escapado de las manos sin hacer nada por evitarlo, como otras muchas cosas estos años. Digo dolor como si se pareciera en algo a lo que siento. No describo con eso lo que siento. Describo aquello que creo debiera sentir. Ahora mismo se ha corrido un velo blanco entre mi cerebro y mis ojos. Prácticamente esto es lo único que veo. Y golpeo, sin pensar demasiado en cada paso que doy. Son cosas que nunca decidí perder si no que al contrario, di por sentadas por ser tan mías entonces. Ahora miro hacia atrás y me siento entre ingenua e inerte. Como alguien a quien se le escapa un tren delante de las narices. Quizás esa frustración se parezca a esto que intento contar. No sé ni por qué. Venía aquí como suelo hacer, realmente a otra cosa. A desembarazarme de nuevo de ti. A tomar d

Fújur

No sabría si llamar a esto ahora mismo inspiración. No sabría llamar ya nada de esto que me viene cuando escribo. Cuando te escribo. No te emociones, tal vez lo habré hecho un par de veces. Pensado como cientas, pero debe ser, que me golpea en el cráneo el orgullo desde dentro y me pregunta '¿Para qué?' He salido hoy de la casa sombría. Ni siquiera me he despedido de los gatos y tras fumarme el último cigarro del fin de semana (a ver quien se traga eso) con la persona a la que más cariño le he podido ganar en los últimos años, me he enchufado y sumergido en ese mundo que es tan mío como pocas cosas lo han llegado a ser. Con las manos manchadas de grasa y sal, pocos metros más allá me he acordado de ti y me he reído. Para mí. Por ti. Para adentro. Resulta que no, no eres único. Ni inigualable ni irrepetible. Ni tenías derecho a dañarme. Hoy mismo te he visto en tinder. Bueno, mejor dicho a una versión fotogénica de lo que me enseñaste que eras. No he visto a quien yo creí qu