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Mostrando entradas de abril, 2013

Outback.

"Dejar algo marchar sin sentir remordimientos es bueno. Es bueno, siempre y cuando no te quede la sospecha de que lo haces para sacar y quitarle el polvo a los esqueletos del armario" No voy a por lo de siempre; o por lo menos no es ese mi objetivo. Dejádme que me intente explicar porque hasta yo me siento confusa teniendo en cuenta la cantidad de contextualizaciones que puede tener eso... Me refiero a aquello que hago últimamente. Aquello de escribir una novela capitulada para intentar entender qué es lo que intento cerrar y dejar atrás. Intentaré tambien no pensarlo; no analizarlo. Poco a poco uno acababa por aprender de sus errores; los últimos cuatro meses han estado llenos de ellos. Y de cambios también; para bien o para mal. "Though the truth may vary, this ship will carry our bodies safe to shore" - Little Talks No pretendo hacerme la mártir. Nada más lejos de la realidad. En realidad se ha tratado todo este tiempo siempre de saber ser una perfec

Berry.

Me pesas. Imaginarme que puede seguir todo tan exactamente igual como estaba hace unos meses. Pensar que al parecer y en contra de lo que diga la mente; mi alma y mi ser, te quieren. Están contigo, te buscan, te extrañan. Pensar que ha cambiado todo tan poco que ya casi no merece la pena luchar. Extraña metáfora a altas horas de la noche. Je.  Eres como la fresas. Ácidas y jugosas. Apetitosas. Bonitas. Te dan ganas de pegarles un gran mordisco y comértelas; de cerrar los ojos mientras las saboreas. Te invade una sensación única y quieres más. Se acaban demasiado rápido. Depsiertan avidez; erógenas. Debe de ser eso. Pero si una fresa está mala... No hay nada que de más asco. Pierden su firmeza y con ella su sabor inconfundible. La textura es repugnante y lo único que quieres es tragarla saboreando lo menos posible. Dejan mal sabor de boca y nos encanta evitarlas. Una mala fresa es una total y completa decepción. Pero aún así, después de tragar a disgusto, contemplas las restante

L' City

Amanece un día más. Como otro cualquiera. El sol de la primavera proyecta sus rayos de forma tímida; desperezándose ante el inminente cambio de estación. Probablemente no os sea díficil si lo intento, averiguar dónde me despierto. Todo ha cambiado porque estoy aquí. Las personas, el tiempo, el lugar y el momento. Todo eso; más y lo que dejé. Todo menos yo. Yo siempre yo, y yo siempre igual. Incluso sin saber qué soy; se estanca. Ahora mismo no veo que las cosas vayan mal tal como están. No debería de estar escribiendo pues. No parece que tengan porque ir peor y lo que me espera a mi regreso es aún mejor. Tengo esperanzas, ganas de seguir adelante, sueños...  Tengo miedos, debilidades y quebraderos de cabeza . Y por supuesto, tal perfecta simplicidad, no termina de ir conmigo. No me satisface; o eso parece. La misma historia de nuevo. Las cosas van bien y huyo. Huyo pero no se de qué.Visto así, parece como si el objeto de mi temor fuera sentirme feliz. Pero no. Os lo prometo

012 - Guilt

Tener ese sentimiento de que hay algo que no va del todo bien. No sé ya cuantas veces os habré contado lo mismo. Es asqueroso. Te hace sentir culpable y débil. Crees herir a alguien que quieres; alguien que te se entrega de corazón. Es como si tuvieras la culpa de que ese sentimieto no este ahí. ¿Acaso podemos controlarlo? No lo creo. Aún así encierro ese sabor amargo y doloroso. Como si pudiera haber hecho algo para evitar que ocurriera y la culpa... La culpa siempre es mía. Es lo único que todas y cada una de las veces se reproduce de forma exacta y se cuela en cada pedazito de historia. Jamás me deja tranquila. Y si lo hace; brevemente y para voler con fuerza. Culpabilidad. Confusión. Remordimiento. Soledad. Vulnerbilidad. Falta de fuerzas. Y si todavía no habéis vivido todo eso a la vez en vuestra propia carne; si no sois capaces encontrar conexión con lo que os digo; jamás conseguireis entenderme. Entender el cambio y la frialdad. La indiferencia... No teneis