Tener ese sentimiento de que hay algo que no va del todo bien. No sé ya cuantas veces os habré contado lo mismo. Es asqueroso. Te hace sentir culpable y débil. Crees herir a alguien que quieres; alguien que te se entrega de corazón. Es como si tuvieras la culpa de que ese sentimieto no este ahí.
¿Acaso podemos controlarlo?
No lo creo. Aún así encierro ese sabor amargo y doloroso. Como si pudiera haber hecho algo para evitar que ocurriera y la culpa... La culpa siempre es mía.
Es lo único que todas y cada una de las veces se reproduce de forma exacta y se cuela en cada pedazito de historia. Jamás me deja tranquila. Y si lo hace; brevemente y para voler con fuerza.
Culpabilidad.
Confusión.
Remordimiento.
Soledad.
Vulnerbilidad.
Falta de fuerzas.
Y si todavía no habéis vivido todo eso a la vez en vuestra propia carne; si no sois capaces encontrar conexión con lo que os digo; jamás conseguireis entenderme. Entender el cambio y la frialdad. La indiferencia... No teneis ni idea de lo que es, ser yo y alguien totalmente distinto. A la vez.
¿Acaso podemos controlarlo?
No lo creo. Aún así encierro ese sabor amargo y doloroso. Como si pudiera haber hecho algo para evitar que ocurriera y la culpa... La culpa siempre es mía.
Es lo único que todas y cada una de las veces se reproduce de forma exacta y se cuela en cada pedazito de historia. Jamás me deja tranquila. Y si lo hace; brevemente y para voler con fuerza.
Culpabilidad.
Confusión.
Remordimiento.
Soledad.
Vulnerbilidad.
Falta de fuerzas.
Y si todavía no habéis vivido todo eso a la vez en vuestra propia carne; si no sois capaces encontrar conexión con lo que os digo; jamás conseguireis entenderme. Entender el cambio y la frialdad. La indiferencia... No teneis ni idea de lo que es, ser yo y alguien totalmente distinto. A la vez.
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