No me puedo creer que todavía estes ahí en los peores momentos. Cuando me estoy tan terriblemente sola entre la multitud y tengo ganas de saber como me siento. En esos limbos en que me acompaña la música, caigo en el recuerdo de tus labios; siempre con algo inútil que decir. Que esa canción me ha dejado de taladrar la cabeza y el alma hasta lo más hondo hasta el punto de llegar a cansarme. Pero no me creo que todavía volváis a mí. Tu y ella juntos. Mi pequeña y dulce tortura. No sé todavía como debería sentirme. Aunque contigo nunca lo tuve demasiado claro. No tengo idea de cual es la forma correcta de echarte de menos y hasta que punto tiene sentido que lo sienta. Me pregunto también que te pasará a tí por la cabeza. Ahí vienes tan "inofensivo" como siempre. Ojalá tuviera la capacidad de comportarme de forma tan natural contigo. No hace mucho, logré darme cuenta de qué era lo que tanto me costaba olvidar sobre nosotros. Y por muy mal que pueda llegar a sonar y muy estúp...