La enfermedad no esta evolucionando bien. La abstinencia total es casi imposible. Soy yo la única que podría intentar acabar con ello y no quiere, pero tampoco estoy segura de querer pasar una semana entera asi. Si antes era poco, ahora es nada; no hay forma ni de hablar. Quizás lo consideréis una boberia, pero ¿Hace cuánto que no podemos hablar ni palabra; nada, con alguien en una semana? Puede ser que para mi parezca hacer un siglo; en parte metafórico, en parte literal, de eso.
Intento conscienciarme de que esto va a durar una semana completa, que va a seguir así, día tras día, y que incluso cuando acabe el periodo de abstinencia estaré en cuarentena durante una semana más. Que termine la abstinencia no significa, que se me permita volver a drogarme. Y ese es el pensamiento que más me mata.
Quizás tenga yo la última palabra sobre el cómo llevarlo, pero las directrices son claras y toda esta situación la eligió él. O de nuevo la eligieron otros por nosotros. Pero poco importa eso si él decidió aceptarlo tan cobarde, para huir de lo que debería haber afrontado.
Estaré haciendo quizás una montaña de un grano de arena, pero esque hace tiempo que no tengo las cosas claras y quiero aprovechar su ausencia para pensar con más claridad, pero antes tendré que superar que se fue y que le dió tan igual irse como a mi que se fuera, sólo expectante por si tendría algo nuevo que decir cuando volviera.
A lo sumo, me temo que por tener que dejar mi droga, me enganche a alguna otra que me revuelva las neuronas de nuevo.
Aunque claro, tal cosa sera muy difícil de encontrar para mí.
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