Ir al contenido principal

Una Semana de Contacto Cero #004

Mierda. Esto es  lo que si que no tenía que pasar. No quería quebrantar el compromiso impuesto para esto. Para nada. Para dejar de echarle de menos a las malas. Necesitabamos esta semana de reclusión para poder dejarnos ver de nuevo porque habíamos forzado a empezar este verano de ya cuatro meses, más cerca de los cinco, que casi podrían resumirse en dos. Uno bueno y otro bastante malo.

La calma que blandía hasta esta tarde la interrumpió él, aunque la han machacado otros. La música no ayuda, los amigos se sienten eternamente distantes, el aire se inspira arisco y se expira cargado e inflamable.

Si lo encendéis, prende. Aunque hay alguno al que no le dejo leer la etiqueta.

Debidamente incendiada de nuevo por un temor estúpido y una decepción más que añadir a la larga lista, le hacen pasar a él y nuestros errores a un segundo plano. No hay ninguna gana de encontrarse ahora mismo curando el mundo o salvando relaciones; ambas cosas igual de complicadas.

De nuevo me siento vacía y sin magia, sin gana y sin inspiración. Ni la música consigue salvarme en el momento en el que te das cuenta de que te hayas sin espinacas ni criptonita (aplaudo a quien logre entender). Siento al fin, que escribo por escribir, por ver palabras sobre el blanco, por observar como metamorfosean todas las palabras hasta convertirse en algo que nadie se molestaría en escribir y que hasta a mi me costará más adelante molestarme en leer. Cierto es que aún no pienso que haya perdido las formas en cuanto escribo, incluso estos días en los que lo hago sencillamente por seguir mi propio consejo y usar esto como terapia, dado que desde luego con nadie podré compartir todas mis tonterias y de hacerlo no oiría el ClacClac Clac del teclado unido a la pantallita brillante.

Ya no sueño con él desde hace una semana; desde hace poco más que eso, tengo miedo de nombrarle, y desde hace cerca de tres somos tan incapaces de tener una conversación como lo soy yo de guardar esperanzas. Las esperanzas son mi  motor, ya lo he aprendido, y esta situación me da muy mala espina desde el principio. Me la daba desde justo después de cuando pensaba: "No escribiré. No lo haré para compartir con el mundo la alegría, porque ni se cuando se marchará, ni tiene sentido que esté yo recordándole a nadie, ni siquiera a mi misma, lo bonito que es ser feliz mientras no lo eres."

Pues bien ahí tienen a una tonta inteligente, que según su lógica y matemática particulares, aún echándo en falta su Hysterya, encuentra una explicación para todo según el momento en que le venga bien.
Perdonad mis delirios. Yo estoy aprendiendo  hacerlo.



Comentarios

Entradas populares de este blog

Una Semana de Luces #001

Ha llegado hasta a preocuparme qué escribir. Pensar si merece la pena siquiera intentar transmitir algo especial. No concibo prácticamente el hacerlo sin intención de nada. Lo que quiero es soltarme yo. Redescubrirme y echar a volar. No se que signfican muchas cosas para mí. Es un momento raro. Vivo más fuera que dentro de mi. Y se me hace muy raro. Como si en estos momentos no hubiera nada que me preocupara y me hiciera daño. Pero si lo hay. Será por ser sensible. Pero me duelen los demás a mi alrededor. Yo misma me preocupo menos. ------------------------------------------- No quiero que ella se sienta mal allí. Yo quiero que sea feliz. Y que lo sea de cualquier manera, que los demás luchen por ella las batallas que yo desde lo lejos no puedo. Tienen que estar dispuestos a hacerlo. Ella se lo merece y no va a pedir ayuda. Es una buena soldado. Herida, y no sé cuán profunda es. Ella se dedica luchar por los demás a su manera especial. Ella es única y brilla. Brilla. Y no enti...

¿Juegas?

X.01.2016 ¿Qué se supone que estoy haciendo? Arriesgando mis sentimientos. Ocultándome por propia voluntad al borde del vacío. Si no recuerdo mal, esto no acaba bien. Mierda. ¿Qué se me está pasando por la cabeza? Mierda. Id sin mi. Echaros al mar y marchad con la corriente si queréis, pero no metais a mi consciencia en esto, que no ha sido decisión suya. Fluid si de verdad solos os véis capaces, pero a mí; a mí dejádme tranquila. 05.02.2016 Es la historia del 'te quiero' que nunca dolió decir porque nunca se hizo. El beso, que aún siendo perfecto, eclipsaron los demás. El sentimiento, que de reconfortante, se vuelve temible. Al futuro, que sin esperanza, poco más le queda. Asi son las palabras, que de rezagadas se tornan poderosas. Y todo lo demás hazlo por ti, y porque nunca te hayan dejado hacerlo. Hazlo porque ahora se siente bien y puede que algún dia ya no. Y aprovecha. Aprovecha que nadie tiene derecho a quejarse de nada ahora, pa...

Taffy.

4. 12. 12 No puedes imaginar lo que me duele hacer esto. Tener que leer otra vez, y recordar. Au. 30. 11. 12 Hoy es uno de esos días en los que no quiero pensar en nada, por miedo a que se me escapen los pedacitos de las manos. La verdad, no ha habido muchos días así antes, o no que yo consiga recordar, pero se que ésta sensación no es nueva. Un pedazo del pasado envuelto en futuro. Pasado porque me recuerdo llena de esperanza. Futuro porque me siento llena de esperanza. Un sentimiento conocido pero de alguna forma inexplorado e irreconocible. No sé si por miedo, inseguridad o falta de oportunidad, aunque ahora me siento preparada para todo y dispuesta; segura a la hora de avanzar. Soy incapaz de pensar en una sensación mejor a la que tengo ahora. Siento que ésto es ese tipo de sueño del que no quieres despertar y me parece que todavía no me queda tiempo para dormir. Todavía queda mucho que averiguar y, la verdad,  no hay nada que me apetezca más.