Ir al contenido principal

Corriente del desierto.

Después de tanto tiempo. De probar tantas cosas y a la vez tan pocas. De ver el mundo desde tantos ojos distintos, que te marea como entran y salen las visiones de tantos y confluyen en la tuya propia. Indefinida.

Después de llorar por él, de amar, de dejar de lado y sentirte apartada. De apuntar cielo y conformarte con mirar hacia arriba con el viento revolviendote el pelo. De estar sumido en el completo caos interior, de implosionar y oir el el silencio. Hueco.

Después de esperar y esperar a que algo cambiara porque sabias qué era lo correcto. De rendirte y levantarte del suelo con arañazos. De encuentros vacíos, haciendo tiempo, intentado olvidar aquello a lo que estas esperando.

Después de todo eso empezó el ahora.

Y las cosas que empezaban a ir bien van mal, las que siempre estuvieron ahi, se largan sin decir palabra. Y a nadie puede importarle porque con lo que decae, viene el cambio. Y no tengo ningun derecho por el momento a que me entristezca lo que ocurre porque lo sustituyen momentos bonitos. Bonitos y fugaces como el día, la semana y el verano y que se irán de la misma forma que llegaron, sin hacer ruido, como el mar.

Ya me soltara mi guardián o quien me tenga protegida, y por fin me dejara caer al vacío que se que está ahí, porque no me olvido y ya no quiero engañarme de nuevo. Incluso lo esperaré con brazos abiertos, porque no se que hay mas allá del vacío, no lo conozco, así que creeré que no puedo caer más.

Y cuando te deje sufriré, lloraré y te querré. Pero llevo demasiado esperando por toda clase de cosas contigo.


Photo by Me. All Rights Reserved.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una Semana de Luces #002

Me han hecho darme cuenta hoy, de que probablemente me siento más vacía aquí porque lo suelto todo hablando. De que si no encierro las cosas, no puedo disfrutar de esto igual. Y he sentido la leve y molesta presión de la injusticia. No me gusta tener que elegir entre pensar y escribir y liberarme hablando. No entiendo porqué no puedo tener las dos cosas. Esto me hace sentirme más en paz y me produce algo que nada más hace. Pero, ¿Porqué voy a tener que resignarme a callar por quererlo? Creo que por una vez, en tanto tiempo merezco la oportunidad de que me escuche alguien y aprovecharlo. Todo lo demás me parece injusto. ------------------------------------------- Se trata de ella. Que cree que nada, cuando en realidad vuela. Es lo que quiere. Es esa ligereza con la que lo hace todo. Es esa sonrisa con la que todo adorna. El mar esta encerrado en sus ojos si todavía lo buscas. Está ahí en un día de verano nublado y ella se desenvuelve como si nada. Nada. Sueña que nada en sus...

Una Semana de Luces #001

Ha llegado hasta a preocuparme qué escribir. Pensar si merece la pena siquiera intentar transmitir algo especial. No concibo prácticamente el hacerlo sin intención de nada. Lo que quiero es soltarme yo. Redescubrirme y echar a volar. No se que signfican muchas cosas para mí. Es un momento raro. Vivo más fuera que dentro de mi. Y se me hace muy raro. Como si en estos momentos no hubiera nada que me preocupara y me hiciera daño. Pero si lo hay. Será por ser sensible. Pero me duelen los demás a mi alrededor. Yo misma me preocupo menos. ------------------------------------------- No quiero que ella se sienta mal allí. Yo quiero que sea feliz. Y que lo sea de cualquier manera, que los demás luchen por ella las batallas que yo desde lo lejos no puedo. Tienen que estar dispuestos a hacerlo. Ella se lo merece y no va a pedir ayuda. Es una buena soldado. Herida, y no sé cuán profunda es. Ella se dedica luchar por los demás a su manera especial. Ella es única y brilla. Brilla. Y no enti...

Espera.

<< Y la chica de la falda de cuadros acabó mojada, hecha pedazos y con una lágrima manchando su perfecto y delicado rostro, ante un día en el que debería de haber brillado el sol. >> 7:30 de la mañana, miércoles 30 de Abril. Al norte de una isla perdida en el Atlántico, en una cuidad llena de magia en cada rincón. El sol brilla como acostumbraba a hacer antes de que llegasen las lluvias. No hay nadie en la calle, ¿O sí? Por lo menos nadie que llame la atención del pequeño bulto, sentado en un banco de la Calle Mayor. Está esperando a alguien, o a algo. ¿Pero, que espera...? Sentada como estaba, tuve la tranquilidad necesaria para poder pararme a pensar que era lo que me había sacado de casa tan repentinamente aquella mañana. ¿Que había sido? ¡Demonios! ¿Que era tan importante, que iba a pasar que fuera tan importante para sacarme de la cama a las 6:00, ducharme y vestirme con sumo cuidado, para que al final acabara allí, sentada en un banco, sin intuición que seguir...