Girl at Party: About Living
Todos aquellos momentos que temporalmente sucedieron a aquella noche la trajeron hasta allí donde esta ahora. Pero adelantar acontecimientos jamás ha sido algo que me haya reportado personalmente ningún beneficio.
Todos aquellos momentos que temporalmente sucedieron a aquella noche la trajeron hasta allí donde esta ahora. Pero adelantar acontecimientos jamás ha sido algo que me haya reportado personalmente ningún beneficio.
Incluso contándo yo esta historia; jamás lograréis encontrarle el sentido absoluto a todo lo que pasara después. Siempre se quedaran pedazos atrás, que quizás parezcan a veces insignificantes y por eso mismo se dejaran de lado.
No se cuantos interludios más habrán querido adelantarse a este, sin lograr anteponerse al sueño y la promesa del amanecer. La cuestión es básicamente que cada segundo que pasa, hace que el anterior se convierta en algo más insignificante. Hay tanto ya que debo contar, que no sé por dónde demonios empezar la historia de nuevo.
Aquella noche no fue tanto. No fue tanto si de verdad decidís compararla con todo aquello que sigue viniendose encima. No lo pretendía, esto era una historia cualquiera y se ha convertido en una aunténtica película. Y si de veras queréis saber que es lo que tan ocupada mantiene a la chiquilla ahora mismo; estad atentos, porque no volveré a pararme a mencionar como la he llevado el camino hasta aquí.
En un momento terriblemente irrelevante de esa semana, surgió de la nada aquel que se convertiría en absolutamente nadie. Es sencillamente parte de aquello que la mantuvo lo suficientemente distraíada como para hacerle despertar a él.
El fin de semana que sucedió a aquella noche, la eclipsaría por completo. Por fin y después de mucho tiempo fue capaz de ver su sitio y sentirse cómoda en el. No le hizo falta mucho más después de eso. O eso llegó a creer inocentemente en su día. Incluso pudiendo atisbar los primeros ramalazos de lo que pasaría.
Total, que el tiempo seguía pasando. Las hojas de ese calendario tan arcaíco de papel, que en las malas películas tan gratuitamente arranca el viento de forma casual; caían. Caían de cinco en cinco. Lo de en medio no ocupa lugar en su memoria. Se trata sencillamente de esos dos días de libertad entre obligaciones que conseguían darle algo de aire limpio que respirar.
Ésta vez se trató de ver como el resto del mundo sufría, mienras ella a medio camino entre la inocencia y la impotencia disfrutaba de la meridiana felicidad que parecía acompañarla. Jamás se preguntaría a sí misma el porqué; y demos gracias a que tomara la decisión correcta entonces, o no estaría hablándoos de esto ahora mismo.
Finalmente llega a término este resumido cuento de todo aquello que ignorábais y os habíais perdido. El último paréntesis tampoco fue nada del otro mundo; una semana de ignorancia, risas y obligaciones bastante corriente.
Ahora bien... Aquel oasis... Ese finde... Fue algo digno de recordar; ya que ocurriría lo inimaginable. La suerte se ponía de su parte. O eso parece aún ahora.
No se cuantos interludios más habrán querido adelantarse a este, sin lograr anteponerse al sueño y la promesa del amanecer. La cuestión es básicamente que cada segundo que pasa, hace que el anterior se convierta en algo más insignificante. Hay tanto ya que debo contar, que no sé por dónde demonios empezar la historia de nuevo.
Aquella noche no fue tanto. No fue tanto si de verdad decidís compararla con todo aquello que sigue viniendose encima. No lo pretendía, esto era una historia cualquiera y se ha convertido en una aunténtica película. Y si de veras queréis saber que es lo que tan ocupada mantiene a la chiquilla ahora mismo; estad atentos, porque no volveré a pararme a mencionar como la he llevado el camino hasta aquí.
En un momento terriblemente irrelevante de esa semana, surgió de la nada aquel que se convertiría en absolutamente nadie. Es sencillamente parte de aquello que la mantuvo lo suficientemente distraíada como para hacerle despertar a él.
El fin de semana que sucedió a aquella noche, la eclipsaría por completo. Por fin y después de mucho tiempo fue capaz de ver su sitio y sentirse cómoda en el. No le hizo falta mucho más después de eso. O eso llegó a creer inocentemente en su día. Incluso pudiendo atisbar los primeros ramalazos de lo que pasaría.
Total, que el tiempo seguía pasando. Las hojas de ese calendario tan arcaíco de papel, que en las malas películas tan gratuitamente arranca el viento de forma casual; caían. Caían de cinco en cinco. Lo de en medio no ocupa lugar en su memoria. Se trata sencillamente de esos dos días de libertad entre obligaciones que conseguían darle algo de aire limpio que respirar.
Ésta vez se trató de ver como el resto del mundo sufría, mienras ella a medio camino entre la inocencia y la impotencia disfrutaba de la meridiana felicidad que parecía acompañarla. Jamás se preguntaría a sí misma el porqué; y demos gracias a que tomara la decisión correcta entonces, o no estaría hablándoos de esto ahora mismo.
Finalmente llega a término este resumido cuento de todo aquello que ignorábais y os habíais perdido. El último paréntesis tampoco fue nada del otro mundo; una semana de ignorancia, risas y obligaciones bastante corriente.
Ahora bien... Aquel oasis... Ese finde... Fue algo digno de recordar; ya que ocurriría lo inimaginable. La suerte se ponía de su parte. O eso parece aún ahora.
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