Algo en lo que pensar

Un día más perdido en el presente. Sus pensamientos, aprisionados en el pasado, buscando un camino para llegar al futuro. Porque está confundida, anclada, y tiene que vivir el presente.

No sabe que quiere. Ni ayer, ni hoy, ni mañana.

Revive ese pasado intentando adivinar que pasará mañana. Cree comprender el presente, sin haberlo vivido; sin conocer el peligro que esconde el futuro. La llave está en lo pasado. El código se vive, se siente y se llora ahora.


Esa voz en su cabeza, una más de las miles que se oyen allí, le avisa del peligro, la libra de su prisión, encuentra su camino. Pero todo es inútil. Enseguida ha cambiado.

Lo que hagas es presente. El presente es ahora.

Ése "ahora" ya ha pasado, es historia en tu futuro.

No la escucha, no la siente, no la vive, no la llora. Esa voz en su cabeza, una más de las miles que se oyen allí, se está apagando.
Ya la deja sin camino, la aprisiona, la deja en peligro. Sirvió antes como escudo; la deja ahora ante la fiera oscuridad que la quiere devorar. El futuro ya vendrá.
La voz en su cabeza se diluye sin parar, la sombra pasado a por ella volverá. El futuro ya vendrá.


Después, antes y durante todo el camino ha pensado en el pasado para así llegar al futuro y hacer algo en el presente.


Pero se queda sin futuro, y sin futuro no hay pasado; quiere volver al presente, y un recuerdo de antes invade su ahora y marca su mañana:

"Lo que hagas es presente. El presente es ahora. 

Ése "ahora" ya ha pasado, es historia en tu futuro."

La voz de vuelve clara; se escucha entre el tiempo. Sólo escucha lo que quiere. Vive y siente lo que quiere; llora sin quererlo. 

Antes de fundirse en uno con el viento; antes incluso de echar a volar; mientras sus pies se levantaban del suelo, fue capaz de conservar para siempre un pensamiento:

Aísla el pasado; vive, siente, escucha y llora el presente. El futuro ya vendrá.