Ir al contenido principal

Multicolor

Querido amigo,
Ésto es una carta para tí. No está escrita a mano, ni guardada en un sobre con sello y dirección. Es más anónima y más personal. Es algo para tí, escrito con mi corazón y guardado en mi alma con candado; abierto a quién quiera conocer.

Acusé a otros; enemigos invisibles de fallos que tu hiciste que viera. Confié en tí, hasta el momento de mi desengaño. Incluso después de eso, amanecía buscando tu mirada entre las nubes y la niebla. Buscaba algo que me indicara que seguías velando por mí. Entre la gente y el cielo me hiciste perder el horizonte. Perdí la línea entre ambos mundos; el real y mi consciencia. Dejaste de confiarme tus secretos, de recordarme antes de dormir, de creer que estaría allí cuando quisieras. Cambiaste de la noche a la mañana. Tu aura calmada y paciente se tornó caprichosa, inapaciguable. No podía controlarte. Yo que mantenía tus pies en el suelo; echabas a volar y me querías llevar contigo. No quiero. Aunque quisiera, no podría. No vuelo sin alas, ni lloró sin dolor. Porque, ¿Duele sabes?  Creer que sigues ahí y descubrir que te has esfumado. Pensar que estás mejor así, sin mí. No quería despertar de mi sueño, no quería caer al vacío.

Pero como todo; el tiempo cura, las heridas sanan y los recuerdos se olvidan. Pero las cicatrices se quedan ahí.
Tu marcha me permitió pensar.

No eran fallos, eran avisos. No debí confiar durante tanto ni tan ciegamente. Lo que uno no encuentra, es porque no está y si me perdí fue porque tú no me querías contigo.

La consciencia sueña y la realidad perdura. No apreciabas lo que te ofrecía; no lo necesitabas. Hubo un ayer en el que tu y yo creíamos en que duraría más; al parecer fuiste tú el único que supo madurar.

Si que cambiaste. Si eres caprichoso e incontrolable. Yo nunca te impedí volar, tú permanecías conmigo. Esperabas que volara hasta lo alto contigo porque me creías a tu mismo nivel. No tienes alas, tienes sueños, y no los podías cumplir permaneciendo a mi lado. Tú no marchaste sin despedirte; lo hiciste al permanecer en mi memoria.

Yo no soñaba, yo caminaba. Yo no caía, te susurraba un último adiós.

No lo negaré. Estuvimos enamorados y ese recuerdo se ha vuelto uno con nosotros.

Gracias por esa vida multicolor.


Comentarios

  1. creo que hacía mucho tiempo que no decía esta palabra:
    MARAVILLOSO!
    gracias por como escribes! es precioso, me costó un poco leerlo y lo repetí un par de veces más. Por más que lo leo no me canso. <3

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Tokyo.

Como sí la sensación fuera insólita y única; así es como se siente. Repetir la misma historia pensando que algo cambiará . Me da igual que es distinto o siquiera si lo hay. Soy completamente feliz al sentir eso de nuevo. Al sentir que algo estalla si lo escuchas nombrar; ponerte a pensar y sorprenderte analizando cada segundo recordándolo. Aún así no es eso lo que más me alegra, lo que más me despierta. Es ver que sigo viva por dentro, saber que todavía me queda algo de ilusión que derrochar por una causa distinta a aquello que me hizo librar silenciosas guerras en mi interior y escalar montañas que sólo yo podía ver; que hizo pensar y sufrir a más de uno, aún con miles de kilómetros de por medio. Y que ahora visto con ojos bien poco objetivos, tanto me costó y tan poco me devolvió . No estoy segura de si mereció la pena y tampoco lo estoy de que lo siguiente si la valga; pero no me cuesta ver que quiero salir de aquí como sea, porque si lo bueno de esos días tan grises vestidos de ros

Beta-Sheet.

No estoy segura de esta es la forma correcta. Si ése es el título que debe llevar. No sé si esto me libera ya. Si consigo algo así. Pero más me vale intentarlo. -------------- Hace mucho mucho tiempo, me olvidé de ser. Me olvidé de sentir para mí. De cómo hacer que las cosas salgan de dentro. Hace mucho tiempo. Empecé a moverme con el viento, siguiendo el calendario. Parando a lo largo de la carretera para evadir el momento en el que me iba a romper. Porque sabía que ocurriría tarde o temprano. De un lado a otro sin importar el camino, y en cierto modo a sabiendas de que al llegar tampoco me importaba el destino. Soñando con el mañana, porque era el día en que depositar mis esperanzas. No sé cuando fue la última vez que algo llego tan adentro que fui incapaz de no sentirlo. La última vez en que mis sentimientos me inundaron sin avisar y llenaron todo. Aquí huele bien. No es nada mágico, es el perfume de la vela a mi derecha. Estoy de nuevo tumbada aquí, en el lugar en el que

NewborN

Es tiempo sin tumbarme frente a la hoja en blanco y la barrita parpadeante. Pero esque también es tiempo vacío. Tiempo perdido. Tiempo estancada, trabada, sin avanzar ni un paso y sin atreverme a retroceder. Es tiempo dolida y decepcionada. Por rachas. A veces creo que ese tiempo me ha ayudado a olvidar; no, que digo, a llevarlo mejor. Y es que podría estar mucho peor. Lo recuerdo mucho peor. Podría sentirme derrotada, sin apoyo ni agarre o algo en lo que creer. Dios, si no estuviera ella moriría. No es eso ahora. Sólo estoy quieta; inmóvil, intentando no perder demasiada energía para no pasarlo peor, y demasiado asustada al parecer, para enfrentarme a un riesgo que no me reporta seguridad. Me cansa verme hablar de lo mismo una y otra vez, demostrárme que nada es distinto ni parece querer cambiar. Que seguiré sintiéndome sóla entre la multitud; evitando todo sentido literario, porque la horrible verdad es que lo estoy. Que me hace falta algo más para re-aprender a vivir y que mi c