Ir al contenido principal

Débil.

No se si puedo seguir sintiendo esto como un refugio durante mucho tiempo más. Pero es lo único que tengo, y tengo que soltarlo todo. Da igual si lo lees o si no lo haces. No puede importarme.

Yo se que debo avanzar, debo dejarte atrás y creerme por fin que todo acaba; incluso eso de ser raros juntos. Debo empezar de nuevo. Salir a la calle con una de las mejores sonrisas que tenga, aunque no represente del todo como me siento y ser yo; una yo contenta y con un precioso verano por delante.

Se me revuelve el estómago de pensar en lo que debería hacer. Me siento enferma si pienso en tener que superarlo dejando las cosas incluso peor que antes. Pero, ¿Qué alternativa me queda?


¿Quieres que te diga qué es lo que parece que quiero después de todo?

Quiero lo que soñe anoche. Quiero de alguna forma poder estar contigo sin que todo se complique y se tuerza innumerables veces. Quiero verte en mi verano, quiero arreglar las cosas y que por una vez haya algo que aunque extraño, haya salido bien. Ignoro cuánto podría durar, pero no me importa demasiado.

Creeme. Ayer no fue elección mía. Siempre rodeada de gente. Gente que mira y juzga desde el primer mometo. Quería escapar de allí. Contigo. Pero no nos entendemos. Cuando llega la hora de la verdad nunca lo hacemos. No me culpes por favor, que ya tengo suficiente con mi reproche.

Ahora, estés dónde estés. Leas esto o no lo hagas y por alguna extraña razón que se escapa a mi entendimiento, te llegue una ráfaga de sentimientos que no son los tuyos; piensa en todo aquello que ha pasado e intenta entender. Te pido por favor que te lanzes al vacio a por mí. Porque hay muchas cosas que he ido tirando allí con el tiempo y merecen la pena.



Photo by me. All rights reserved.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una Semana de Luces #002

Me han hecho darme cuenta hoy, de que probablemente me siento más vacía aquí porque lo suelto todo hablando. De que si no encierro las cosas, no puedo disfrutar de esto igual. Y he sentido la leve y molesta presión de la injusticia. No me gusta tener que elegir entre pensar y escribir y liberarme hablando. No entiendo porqué no puedo tener las dos cosas. Esto me hace sentirme más en paz y me produce algo que nada más hace. Pero, ¿Porqué voy a tener que resignarme a callar por quererlo? Creo que por una vez, en tanto tiempo merezco la oportunidad de que me escuche alguien y aprovecharlo. Todo lo demás me parece injusto. ------------------------------------------- Se trata de ella. Que cree que nada, cuando en realidad vuela. Es lo que quiere. Es esa ligereza con la que lo hace todo. Es esa sonrisa con la que todo adorna. El mar esta encerrado en sus ojos si todavía lo buscas. Está ahí en un día de verano nublado y ella se desenvuelve como si nada. Nada. Sueña que nada en sus...

Una Semana de Luces #001

Ha llegado hasta a preocuparme qué escribir. Pensar si merece la pena siquiera intentar transmitir algo especial. No concibo prácticamente el hacerlo sin intención de nada. Lo que quiero es soltarme yo. Redescubrirme y echar a volar. No se que signfican muchas cosas para mí. Es un momento raro. Vivo más fuera que dentro de mi. Y se me hace muy raro. Como si en estos momentos no hubiera nada que me preocupara y me hiciera daño. Pero si lo hay. Será por ser sensible. Pero me duelen los demás a mi alrededor. Yo misma me preocupo menos. ------------------------------------------- No quiero que ella se sienta mal allí. Yo quiero que sea feliz. Y que lo sea de cualquier manera, que los demás luchen por ella las batallas que yo desde lo lejos no puedo. Tienen que estar dispuestos a hacerlo. Ella se lo merece y no va a pedir ayuda. Es una buena soldado. Herida, y no sé cuán profunda es. Ella se dedica luchar por los demás a su manera especial. Ella es única y brilla. Brilla. Y no enti...

Espera.

<< Y la chica de la falda de cuadros acabó mojada, hecha pedazos y con una lágrima manchando su perfecto y delicado rostro, ante un día en el que debería de haber brillado el sol. >> 7:30 de la mañana, miércoles 30 de Abril. Al norte de una isla perdida en el Atlántico, en una cuidad llena de magia en cada rincón. El sol brilla como acostumbraba a hacer antes de que llegasen las lluvias. No hay nadie en la calle, ¿O sí? Por lo menos nadie que llame la atención del pequeño bulto, sentado en un banco de la Calle Mayor. Está esperando a alguien, o a algo. ¿Pero, que espera...? Sentada como estaba, tuve la tranquilidad necesaria para poder pararme a pensar que era lo que me había sacado de casa tan repentinamente aquella mañana. ¿Que había sido? ¡Demonios! ¿Que era tan importante, que iba a pasar que fuera tan importante para sacarme de la cama a las 6:00, ducharme y vestirme con sumo cuidado, para que al final acabara allí, sentada en un banco, sin intuición que seguir...