No se de cuanto tiempo o inspiración más dispongo. Tengo la impresión que la llama de algo que lleva queriendo quemar desde el principio se desvanece con cada minuto que pasa.
No estoy segura de si es lo que quería o no; de si va a ser bueno o peor... Me es indiferente ahora mismo.
Durante un tiempo fuiste algo normal; bonito y perfecto. Pero incluso los más románticos se cansan de las películas sin argumento, y no tardaste en ser algo molesto, raro, difícil, incompresible, cambiante, dudoso... Tuviste tu propia tregua, y dejaste de ser nada; ni bueno ni malo para nadie, salvo para aquellos que te sabían presente dondequiera que fuera, pasara el tiempo que pasara y con más o menos convicciones. Hasta llegar a aquello que no comprendes; finalmente fuiste sencillamente estúpido, inmaduro, inseguro y un continuo dolor de cabeza del que ya nadie quería saber nada.
A ojos de los demás, esa es tu historia. Vive con ella, como todos hacemos con las nuestras.
Soy incapaz de describírtela desde mi experiencia porque no sabría ni por dónde empezar. Y tampoco puedo; y perdóname por ello, ver bien dónde ha acabado. Supongo que porque todavía me quedan muchas preguntas por responder y muchas cosas que sé que no sabes. Ya se me pasará. No puede ser tan difícil.
Espero que en cierto modo entiendas que me extrañe que todo acabara con tal rapidez y porque sí, aunque yo misma me hubiera propuesto acabar con todo. No tuve para nada en cuenta que pudieras hacer todo aquello que llevo pidiéndote durante meses de la noche a la mañana.
Si. Meses. Exactamente si contamos con aquellos estúpidos primeros momentos en que no tenia ni idea de nada todavía, 9 meses. ¿Se dice rápido verdad? Nueve meses con el mismo quebradero de cabeza que supones y sin tener de verdad un momento de tranquilidad interior.
No te preocupes, porque sí que es verdad que me los quitaste; los meses y la tranquilidad. No voy a mentirte. Conseguiste que lo pasara mal, que no estuviera contenta. Que me sintiera sóla y que me planteara muchísimas cosas que no debería.
Pero incluso con esas nunca he conseguido odiarte por ello, porque me has dado muchas cosas también. Y la mayoría sin saberlo. Seguridad, confianza, algo con que mantenerme ocupada. Me diviertes. Divertías. Lo que sea. Lo he pasado mal. Pero hay que pasarlo mal para saber cuando lo estás pasando bien. Y no puedo culparte de por tener yo un cerebro torcido y tozudo del que soy incapaz de librarme. Eso si que no es culpa tuya.
La cuestión. Tu tienes y vas a tener que manejar a tus propios fantasmas, te lo aseguro. Asi que, ¿Porqué ponértelo más difícil y cargarte con los míos?
Me responsabilizo de todo aquello que he hecho mal contigo.
Y de lo que he hecho bien también.
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