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The Lucky Ones.

"...Y si seguís respirando, sois de los afortunados, porque la mayoría de nosotros jadea a través de pulmones corrompidos. Prendiendo fuego a nuestros adentros por diversión. Coleccionando los nombres de amores descosidos."
- Daughter

Si. Soy de esos. De esos suertudos que tienen la vida por delante, la juventud a su disposición y como frontera, la responsabilidad. Que saben que hay un horizonte más allá de donde alcanzan a ver, y siempre lo habrá. Siempre hay algo más allá para nosotros, y siempre puede ser algo nuevo; que desafíe nuestros límites. Viviendo en el mundo frenético, con los convencionalismos laxos propios del cambio de siglo; atados a nada y a la compleja y gran red que entrama a la multitud. Siempre libres y siempre sujetos a ella.

De los que buscan a las masas para sentirse solos y distintos; un día quieren mimetizarse, al siguiente somos los incomprendidos. Soy parte de una sociedad cameleónica y extravertida. Nuestras más frecuentes preocupaciones son culpa del 'Nosotros'. A mi, es algo que me condena y me salva. 

Todo lo que hacemos parece interesarle a alguien, todos dan opiniones acerca de si algo es bueno malo o peor que otra cosa; nos obligan así a elegir entre ser obedientes o ser los más rebeldes. A veces parece que en mi mundo no hay nada más: esta el blanco, y luego esta el negro, pero nadie es feliz. Unos deseando libertad, otros ataduras. Cada cual quiere lo que no tiene, aunque se lo niega al mundo. Creen aun así, en el mito de ser felices pensando en si mismos; expertos autocomplacentes sin remedio. Egoistas novatos que buscan deshinibirse de sus conciencias, seamos sinceros, solo por probar algo distinto. Erramos y nos justificamos, aunque sea con un 'no tengo que dar explicaciones' y nos encanta sentir la cabeza bien alta; corroida con prejuicios. Ser fieles a nosotros mismos parece la respuesta para todo hasta que te das cuenta de lo poco que te conoces. De que si tuvieras que responderle a alguien esa sencilla pregunta, sólo dirias tu nombre, como si eso ya lo dijera todo. Con suerte sabran ellos más de ti que tu mismo gracias a las lenguas largas. 


Pero ¿Quienes somos de verdad? 
Responde. Si, tú. Piensa un segundo.


Yo sólo recuerdo cosas, veo palabras y personas flotar. Besos y conversaciones. Deberes, música y lugares. Instantáneas de un álbum que no existe. ¿Su título? Jamás podría ponérselo. Aunque también veo sueños, visiones fruto de una imaginación que tiene más de humana y mía que mis huesos. Pero de eso se me da peor hablar.

Pretendo demostrar algo. Por una vez todo esto lleva a algún lado.  Pues puede que nunca sepa contestar a esa pregunta; nunca sabré decírtelo en una frase, si me encuentras un día en una fiesta o te veo en el tren, pero sabré decirte de qué estoy hecha. El collage de cosas que encierra mi cabeza y que es es exclusivamente mío. Nadie más lo verá, nadie más tendrá nada que decir.

Así, y sólo con seguir los pasos, sé tambien que las respuestas no me las da el 'Nosotros', si no 'Yo'. Yo y lo que me rodea chocamos y creamos cosas únicas, porque todo podría salir de forma distinta siempre. Todo eso es mi experiencia, y algunas de esas, las mejores, las peores, las mas raras y las que empapadas de significado; son mi memoria. Son mi(s) historia(s). Son mis pedazos. Y de mis pedazos lo que me hace feliz no es tenerlos aquí dentro, sino poder recordar y sentir una y otra vez. Lo que me hace sentir no soy 'yo',  no es el egoísmo el que me acerca al mito de la felicidad; es 'Tú', es 'Nosotros', es lo que esta fuera.


Si tienes el tiempo un día, podría contártelo todo. Quizás disfrutes, sientas escuchándome. Puede que si me dieras la oportunidad de decirte de qué estoy hecha, tu cuerpo y tu mente supieran quien soy, aunque las palabras que tú y yo conozcamos lo ignoren.

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