Hay cosas que ocurren una sóla vez en la vida. Por mucho que nos empeñemos en creer que no; que para todo hay segundas oportunidades.
Desde lo más inofensivo. No volverá a haber un día y un momento como éste. No podré volver a atrás, cambiar de opinión y dormir el tiempo que ahora uso para explicar algo que en realidad todos sabemos.
El tiempo pasa inexorablemente.
No hay nada que pueda detenerlo.
Esta vida sólo la viviremos una vez y por eso nos vemos obligados a tomar decisiones; que pueden cambiarlo todo o nada.
Me pregunto que piensas tu sobre estas líneas que escribo; si te das cuenta que estás gastando en ellas un tiempo que desgraciadamente jamás te será devuelto.
Tomé decisiones. Decisiones que con o sin saberlo, te afectaban a ti. Las sigo tomando día tras día.
Soy capaz de comprender que haya cosas que hago como cualquier humano de forma automática; sin pensar. También puedo entender que como humanos, tu, yo y quienes nos rodean, cometemos errores; nos equivocamos.
Y no pasa nada en la mayoría de los casos. Siempre se aprende algo de los fallos.
Aunque hay ocasiones; oportunidades en la vida, en las que si fallamos y nos equivocamos, lo cambiamos todo y normalmente para mal.
Si no fuera así no os hablaría de esto ahora.
Lo lógico sería pensar, que tuvimos nuestro momento y lo estropeamos. No supimos aprovechar lo que nos ofreciamos el uno al otro. Queríamos cosas distintas.
Acabé por cansarme de tus inseguridades y ambigüedades y decidí darte una última y desesperada oportunidad para sincerarte conmigo. No la quisiste y habrá quien diga que quise que un clavo sacara a otro clavo. Pero sencillamente intenté pensar en mí misma por un momento.
Pensé que no quería quedarme a solas de nuevo con mi melancolía y esperar a que se vaciara de nuevo mi corazón para tener las fuerzas de nuevo para buscar otro amor imposible o mente inconquistable por la que sufrir. Y tambien pensé en que no tenía porque hacerlo.
Por una u otra razón llené mi cabeza de cosas que no te incluían a ti en mis planes y pensamientos como solía pasar y me dí cuenta de que esa tampoco era la manera de terminar porque te añoraba.
Ahora, lo único que se es que le quiero. No se como ni hasta que punto, ni adonde me llevará ese sentimiento. Pero me hace sentirme bien, contenta, feliz y querida la mayoría del tiempo.
Quizás eso fuera lo que necesitabas para darte cuenta de que de verdad teniamos ese "algo" especial del que todo el modo habla. Pero me pregunto si eso nos servirá de algo ahora.
Tengo curiosidad por saber que misterio ocultas tras esos ojos verdes y que es eso que nunca sabré.
Tengo curiosidad por saber qué y cómo podriamos haber sido. Lo habríamos conseguido y lo sé.
Mi conciencia llora en silencio e invisible con esa convicción. De verdad que lo siento por nosotros.
Desde lo más inofensivo. No volverá a haber un día y un momento como éste. No podré volver a atrás, cambiar de opinión y dormir el tiempo que ahora uso para explicar algo que en realidad todos sabemos.
El tiempo pasa inexorablemente.
No hay nada que pueda detenerlo.
Esta vida sólo la viviremos una vez y por eso nos vemos obligados a tomar decisiones; que pueden cambiarlo todo o nada.
Me pregunto que piensas tu sobre estas líneas que escribo; si te das cuenta que estás gastando en ellas un tiempo que desgraciadamente jamás te será devuelto.
Tomé decisiones. Decisiones que con o sin saberlo, te afectaban a ti. Las sigo tomando día tras día.
Soy capaz de comprender que haya cosas que hago como cualquier humano de forma automática; sin pensar. También puedo entender que como humanos, tu, yo y quienes nos rodean, cometemos errores; nos equivocamos.
Y no pasa nada en la mayoría de los casos. Siempre se aprende algo de los fallos.
Aunque hay ocasiones; oportunidades en la vida, en las que si fallamos y nos equivocamos, lo cambiamos todo y normalmente para mal.
Si no fuera así no os hablaría de esto ahora.
Lo lógico sería pensar, que tuvimos nuestro momento y lo estropeamos. No supimos aprovechar lo que nos ofreciamos el uno al otro. Queríamos cosas distintas.
Acabé por cansarme de tus inseguridades y ambigüedades y decidí darte una última y desesperada oportunidad para sincerarte conmigo. No la quisiste y habrá quien diga que quise que un clavo sacara a otro clavo. Pero sencillamente intenté pensar en mí misma por un momento.
Pensé que no quería quedarme a solas de nuevo con mi melancolía y esperar a que se vaciara de nuevo mi corazón para tener las fuerzas de nuevo para buscar otro amor imposible o mente inconquistable por la que sufrir. Y tambien pensé en que no tenía porque hacerlo.
Por una u otra razón llené mi cabeza de cosas que no te incluían a ti en mis planes y pensamientos como solía pasar y me dí cuenta de que esa tampoco era la manera de terminar porque te añoraba.
Ahora, lo único que se es que le quiero. No se como ni hasta que punto, ni adonde me llevará ese sentimiento. Pero me hace sentirme bien, contenta, feliz y querida la mayoría del tiempo.
Quizás eso fuera lo que necesitabas para darte cuenta de que de verdad teniamos ese "algo" especial del que todo el modo habla. Pero me pregunto si eso nos servirá de algo ahora.
Tengo curiosidad por saber que misterio ocultas tras esos ojos verdes y que es eso que nunca sabré.
Tengo curiosidad por saber qué y cómo podriamos haber sido. Lo habríamos conseguido y lo sé.
Mi conciencia llora en silencio e invisible con esa convicción. De verdad que lo siento por nosotros.
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