Ir al contenido principal

A Tientas #001

Tengo que decirte, que por esto odio las promesas.                               Til Kingdom Come 

Me planteo si de verdad todo esto me duele o si solo me duele no entenderlo. No creo que esto de mucho más de sí. Resulta estúpido. Suena extraño mi cabeza. Se ha acabado. Es como si cuanto más lo repito, más consciente soy pero más raro suena. Toda la espiral de mí cabeza pretende encontrar su propio fin. Se que quiere extinguirse. Lo hará. Solo quiero que sea lo antes posible porque creo que no merece más la pena. No hay nada por lo que tenga que retroceder años y recordar sentimientos. Es simple y claro.

Se ha acabado.

La espiral esta hecha de bobadas y tonterías. De recuerdos de risas y de besos porque sí. Parecen las memorias de otra persona. Supongo, que como bien dicen, todo esto tiene sentido. Si era fácil estar contigo, tiene que ser fácil dejar de estarlo. No le quito importancia, ni niego para nada lo mucho que me gustaba. Al contrario. Tu y yo no traía dramas, solo empezó y acabó con uno, como todas las cosas en este mundo complicado en el que vivo. Ya sea por mí o por su propia naturaleza, es así.

Después de pocos días y sus pocas noches, he vivido como mi mente levantaba cada mañana afrontándolo de otra manera; se acostaba por la noche con una percepción distinta cada vez. Muchos cambios. Mucho movimiento. Supongo que mis mecanismos de defensa se han activado. Por lo menos en cuanto a dejar que las cosas se sucedan y punto. Me da igual. Me dueles porque siento que mi corazón esta hinchado, y que me has herido en mi consciencia. Pero no me importa ese dolor porque no creo que merezca mi atención. Al igual que no la merecen mis celos ni los retazos de recuerdos que despierta hasta tu ropa. Tu olor no me condenará. Tu semblante quizás tampoco. A tus ojos intentaré ganarles la guerra hasta que sienta que si miraras dentro de mí te darías cuenta de lo que siento . Por ahora no lo sé ni yo.

Tampoco tengo ninguna prisa. Creo ser consciente de las cuatro cosas que me mantienen a flote.

Fácil.
Sensible.
Consciente.
Ocupada.

Menos la primera, todas están siempre ahí conmigo. Y la que no lo está, es algo tuyo y mío y punto.
No soy de piedra, me harto a decirlo. Tampoco estoy tan segura de ser fuerte. Vivo las cosas, me duelen las cosas a mi manera, me afectan como lo hacen y soy como soy. La música me ayuda a no olvidarme de ninguna de esas cosas. Me ayuda a aguantar y me ayuda a romperme todo lo que se que debo y quiero. Pero cierto es, que siento más a menudo vacío y una profunda y estéril tristeza, que el dolor que todo el mundo se sorprende de no encontrar. Incluso yo lo hago. Seguro que tu también te sorprendes.

No lo esperes, no esperes encontrarme derrumbándome, deseando estar en tus brazos, porque nunca lo he hecho. Contigo no lo he necesitado. No éramos de esos; no éramos así. He ahí una bomba de relojería. Tampoco me esperes fingiendo que todo está bien. O lo está o no. Y si no lo está, no me esperes recurriendo a tí para curarme. Si lo está, no me esperes compartiéndolo contigo. Puedes confiar en mí, no vas a dejar de poder hacerlo, aunque ya no tengas ningún interés en ello realmente. Aunque me lo pidieras tantas veces, aunque me dijeras tantas veces lo mucho que te importo, no me lo creo, ninguna de las dos. Porque ya no sé discernir entre tu verdad y tu mentira. Las promesas eran de verdad, los planes también, y ya ves, he tenido que tacharlos todos.

He dejado de conocerte en pocos días, con sus pocas noches y siento como si le hubiera dado al botón de rebobinar hasta hace dos años, cuando no eramos mucho más que dos desconocidos, conectados vagamente por el futuro. Ahora igual, pero nos conecta el pasado. No te dedicaré mucho más que sonrisas, hasta que te des por satisfecho y dejes de comprobar si la sigo teniendo por ahí para ti. Mi sonrisa. No tengo inteción de nada. No tengo voluntades contigo. De arreglarlo, de entenderte, de llevarlo bien ni de llevarlo mal. La mayoría de estas cosas ni siquiera llevan tu nombre. Ahora siento el entumecimiento sin más, sin estado de shock; siento el azul del cielo, siento mi futuro, siento la superficialidad y siento el agujero cuando se abre.

Lo siento. O no me des las gracias.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Tokyo.

Como sí la sensación fuera insólita y única; así es como se siente. Repetir la misma historia pensando que algo cambiará . Me da igual que es distinto o siquiera si lo hay. Soy completamente feliz al sentir eso de nuevo. Al sentir que algo estalla si lo escuchas nombrar; ponerte a pensar y sorprenderte analizando cada segundo recordándolo. Aún así no es eso lo que más me alegra, lo que más me despierta. Es ver que sigo viva por dentro, saber que todavía me queda algo de ilusión que derrochar por una causa distinta a aquello que me hizo librar silenciosas guerras en mi interior y escalar montañas que sólo yo podía ver; que hizo pensar y sufrir a más de uno, aún con miles de kilómetros de por medio. Y que ahora visto con ojos bien poco objetivos, tanto me costó y tan poco me devolvió . No estoy segura de si mereció la pena y tampoco lo estoy de que lo siguiente si la valga; pero no me cuesta ver que quiero salir de aquí como sea, porque si lo bueno de esos días tan grises vestidos de ros

Beta-Sheet.

No estoy segura de esta es la forma correcta. Si ése es el título que debe llevar. No sé si esto me libera ya. Si consigo algo así. Pero más me vale intentarlo. -------------- Hace mucho mucho tiempo, me olvidé de ser. Me olvidé de sentir para mí. De cómo hacer que las cosas salgan de dentro. Hace mucho tiempo. Empecé a moverme con el viento, siguiendo el calendario. Parando a lo largo de la carretera para evadir el momento en el que me iba a romper. Porque sabía que ocurriría tarde o temprano. De un lado a otro sin importar el camino, y en cierto modo a sabiendas de que al llegar tampoco me importaba el destino. Soñando con el mañana, porque era el día en que depositar mis esperanzas. No sé cuando fue la última vez que algo llego tan adentro que fui incapaz de no sentirlo. La última vez en que mis sentimientos me inundaron sin avisar y llenaron todo. Aquí huele bien. No es nada mágico, es el perfume de la vela a mi derecha. Estoy de nuevo tumbada aquí, en el lugar en el que

NewborN

Es tiempo sin tumbarme frente a la hoja en blanco y la barrita parpadeante. Pero esque también es tiempo vacío. Tiempo perdido. Tiempo estancada, trabada, sin avanzar ni un paso y sin atreverme a retroceder. Es tiempo dolida y decepcionada. Por rachas. A veces creo que ese tiempo me ha ayudado a olvidar; no, que digo, a llevarlo mejor. Y es que podría estar mucho peor. Lo recuerdo mucho peor. Podría sentirme derrotada, sin apoyo ni agarre o algo en lo que creer. Dios, si no estuviera ella moriría. No es eso ahora. Sólo estoy quieta; inmóvil, intentando no perder demasiada energía para no pasarlo peor, y demasiado asustada al parecer, para enfrentarme a un riesgo que no me reporta seguridad. Me cansa verme hablar de lo mismo una y otra vez, demostrárme que nada es distinto ni parece querer cambiar. Que seguiré sintiéndome sóla entre la multitud; evitando todo sentido literario, porque la horrible verdad es que lo estoy. Que me hace falta algo más para re-aprender a vivir y que mi c