Ir al contenido principal

Antítesis Primera - 2 -

... cuando solo ves Sombra ...
Quiero saber, porqué de pronto todo momento; todo pretexto me parece bueno para llorar. Parece que los últimos años sin derramar una lágrima, se me han venido encima ahora. Los nervios y mis sentimientos a flor de piel parece que han venido para quedarse, y es por tristeza y pesadumbre. Caminar se hace cuesta arriba. Me siento sola como nunca. Con menos ganas para aguantar las convenciones. Menos querida de lo que lo he sido siempre. Menos guapa, menos especial, menos original, menos despierta, menos fuerte. Menos yo.

El mundo es un lugar frío. Un sitio vacío. Lo es porque desde hace mucho tiempo, las almas de los hombres y mujeres que lo pueblan, se han aprovechado de su energía.

El mundo brillaba. Nosotros, los caminantes que nos servimos de su inercia para sobrevivir; hemos derivado en una raza de egoístas y tiranos. Y de eso se compone la sociedad. Hemos acabado por drenar absolutamente todo de lo que hemos sabido abusar, hasta dejar esa mínima parte que todavía nos supone a nosotros; los soñadores, un ápice de esperanza, para que los buenos entre nosotros sepan salvarnos de nuestra propia condena. Tan estúpido es todo, que se han convencido de que en su búsqueda del Todo abstracto, que se halla al abrazar la vida; lo que les ayuda es lo material. No tienen ni idea. Y a la vez si la tienen. Lo saben, y por no conocer mayor certeza y seguridad que esa, temen perderle la carrera al de al lado. Y cada vez que uno de nosotros comete esas acciones en contra de la naturaleza humana - la nuestra; la del errante de los grandes sueños -  nuestra proctectora muere un poco, tiene menos fuerzas para llevarnos por nuestro camino. Ocurre que un buen humano, perfecto en su natural imperfección; comete errores, pero el curso de su línea concibe la misma cantidad de aciertos, cada uno de ellos que nutre la energía concéntrica que nos agarra.

Nuestra libertad como raza, sin embargo, nos ha llevado a ser tal y como somos ahora. Nos ha llevado a descubrir la guerra y la diplomacia, la bomba y la medicina, la muerte más dolorosa y devastadora y la vida en su estado más puro. En el día a día prevalecen y siempre ganarán los errores y las puñaladas, lo oscuro y los ojos huecos; a la luz. Gastaremos la energía hasta que no quede nada aquí que salvar; hasta que no quedemos nosotros mismos siquiera.

Un día, el contenedor de caminos y de caminantes, el mundo; respirará profundo y tranquilo.

Siete veces.
Después, estará dispuesto a dejar que otros lo pueblen de nuevo y abusen de él, esperándo siempre que esta vez, las cosas vayan mejor. Porque el único buen y gran corazón, es el de los que son hijos de la tierra y la comprenden en su entereza, y el suyo propio. Y la tierra, quiere caminantes que la quieran.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Tokyo.

Como sí la sensación fuera insólita y única; así es como se siente. Repetir la misma historia pensando que algo cambiará . Me da igual que es distinto o siquiera si lo hay. Soy completamente feliz al sentir eso de nuevo. Al sentir que algo estalla si lo escuchas nombrar; ponerte a pensar y sorprenderte analizando cada segundo recordándolo. Aún así no es eso lo que más me alegra, lo que más me despierta. Es ver que sigo viva por dentro, saber que todavía me queda algo de ilusión que derrochar por una causa distinta a aquello que me hizo librar silenciosas guerras en mi interior y escalar montañas que sólo yo podía ver; que hizo pensar y sufrir a más de uno, aún con miles de kilómetros de por medio. Y que ahora visto con ojos bien poco objetivos, tanto me costó y tan poco me devolvió . No estoy segura de si mereció la pena y tampoco lo estoy de que lo siguiente si la valga; pero no me cuesta ver que quiero salir de aquí como sea, porque si lo bueno de esos días tan grises vestidos de ros

Beta-Sheet.

No estoy segura de esta es la forma correcta. Si ése es el título que debe llevar. No sé si esto me libera ya. Si consigo algo así. Pero más me vale intentarlo. -------------- Hace mucho mucho tiempo, me olvidé de ser. Me olvidé de sentir para mí. De cómo hacer que las cosas salgan de dentro. Hace mucho tiempo. Empecé a moverme con el viento, siguiendo el calendario. Parando a lo largo de la carretera para evadir el momento en el que me iba a romper. Porque sabía que ocurriría tarde o temprano. De un lado a otro sin importar el camino, y en cierto modo a sabiendas de que al llegar tampoco me importaba el destino. Soñando con el mañana, porque era el día en que depositar mis esperanzas. No sé cuando fue la última vez que algo llego tan adentro que fui incapaz de no sentirlo. La última vez en que mis sentimientos me inundaron sin avisar y llenaron todo. Aquí huele bien. No es nada mágico, es el perfume de la vela a mi derecha. Estoy de nuevo tumbada aquí, en el lugar en el que

NewborN

Es tiempo sin tumbarme frente a la hoja en blanco y la barrita parpadeante. Pero esque también es tiempo vacío. Tiempo perdido. Tiempo estancada, trabada, sin avanzar ni un paso y sin atreverme a retroceder. Es tiempo dolida y decepcionada. Por rachas. A veces creo que ese tiempo me ha ayudado a olvidar; no, que digo, a llevarlo mejor. Y es que podría estar mucho peor. Lo recuerdo mucho peor. Podría sentirme derrotada, sin apoyo ni agarre o algo en lo que creer. Dios, si no estuviera ella moriría. No es eso ahora. Sólo estoy quieta; inmóvil, intentando no perder demasiada energía para no pasarlo peor, y demasiado asustada al parecer, para enfrentarme a un riesgo que no me reporta seguridad. Me cansa verme hablar de lo mismo una y otra vez, demostrárme que nada es distinto ni parece querer cambiar. Que seguiré sintiéndome sóla entre la multitud; evitando todo sentido literario, porque la horrible verdad es que lo estoy. Que me hace falta algo más para re-aprender a vivir y que mi c