Ir al contenido principal

A Tientas #002

He tenido que encontrar el momento para volver.

He esperado y he visto como pasaban los días, que de ser cambiantes, pasaron a ser monótonos; meditabundos si de repente aparecías por ellos. Lo decidiste tú. Aparecer. Y además te pareció correcto cuestionar lo que yo por mi parte, había decidido. De verdad que hay muchísimas cosas que no entiendo, y de igual manera, hay otro infinito de ignorancia también para tí.

Puede que te cueste que no te llame cosas bonitas, pero ya no salen. Me decepciona lo poco que eres capaz de ver más allá de las palabras y lo que hago yo o haces tú. Creo que sólo eres capaz de ver un poco más allá de tus propios sentimientos, y resulta que eso a mí, me parece tan pobre y egoísta, como que me pidas perdón. De repente, te has quedado sin esa parte tan preciosa; lo que de verdad hace bellas las cosas... No sé que es, probablemente si lo supiera estallaría. La cuestión es que ya no lo veo.

Si es verdad que sigo siendo sorprendentemente capaz de ser de lo más banal contigo, me haces reír y cuando lo haces me haces recordar cosas. Recordar cosas me hace buscar explicaciones. Explicaciones que o no tienes, o no me das y que yo acabo por tener que parchear inventándolas, intentando entenderte. Pero no lo logro; solo consigo cosas vacías; y si te pregunto, me respondes dubitativo, mientras en un amago de reconfortarme, me repites que, en cualquier caso, no fue culpa mía, da igual cual sea el tema de hoy. Da igual si quiero saber como te va, si intento averiguar si de todo ha salido algo que te haga sentir mejor o explicarte algo que creo necesario que entiendas. Y ese algo, es que no todo está bien. No todo es dar marcha atrás y sonreírme como hace un año. No. Y no quiero repetirme pero tus oídos parecen no entenderme cuando hablo. Quiero que aprendas algo de mi dolor y mi confusión, ya que yo poco estoy aprendiendo de él.

Me duele y me confunde lo que ha pasado, y tiene una razón de ser, a la que he conseguido ponerle palabras: yo no había terminado de quererte. Yo no había terminado de ser feliz así.

Tú sí. Tú lo decidiste, y vives mejor aunque sientas mucho cómo paso. Y por eso me cuesta tanto recordar cosas, porque me entran ganas de seguir queriéndote y de seguir cogiendo tu cara y tocándo tu pelo. Incluso me entran ganas de besarte de nuevo.

Pero los recuerdos mueren.

Y lo que recuerdas en un momento se desvanece en con infinita rapidez. Algún día morirán todos aquellos momentos que tengan que hacerlo, y se quedarán aquellos que más daño o más felices me hagan. Aunque tengo la teoria de que los recuerdos no pueden hacerte feliz; pueden serlo o no, pero no llegan tan adentro como para despertar felicidad.

Y cuando se van, es cuando si que estoy molesta, molesta por todo lo que no me has explicado, por la persona en que te has convertido, por no dejarme elegir, por no tener opciones, por tener que forzarme a avanzar sin dejarme aprender todo lo que quería. No estoy estancada en tí. Sólo siento que tu me paraste y yo te salté por encima, mientras todavía una parte de mí, está allí detrás contigo. Pero se va a quedar allí. Sola. Hace una semana que decidí caminar; hace una semana que me dije que no volvería a hacer algo porque lo decidas. 

Poco más me queda que dedicarte, pero una cosa más si que se me ocurre que debería explicarte. A Tientas, porque es así como me has dejado. Yo decidí caminar, y si lo hago, no será porque me hayas ayudado. No hay luz y apenas veo a dónde voy, porque no me has dado nada a lo que agarrarme; y yo, además de ser consciente de que ignoras el porqué, soy demasiado orgullosa como para pedírtelas. Dejo que el tiempo pase, que mis ojos se acostumbren a la falta de luz y que mi mente lo haga a los recuerdos para empezar a vislumbrar en la penumbra allí a donde tengo que ir, para salir de este final que detonaste.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Tokyo.

Como sí la sensación fuera insólita y única; así es como se siente. Repetir la misma historia pensando que algo cambiará . Me da igual que es distinto o siquiera si lo hay. Soy completamente feliz al sentir eso de nuevo. Al sentir que algo estalla si lo escuchas nombrar; ponerte a pensar y sorprenderte analizando cada segundo recordándolo. Aún así no es eso lo que más me alegra, lo que más me despierta. Es ver que sigo viva por dentro, saber que todavía me queda algo de ilusión que derrochar por una causa distinta a aquello que me hizo librar silenciosas guerras en mi interior y escalar montañas que sólo yo podía ver; que hizo pensar y sufrir a más de uno, aún con miles de kilómetros de por medio. Y que ahora visto con ojos bien poco objetivos, tanto me costó y tan poco me devolvió . No estoy segura de si mereció la pena y tampoco lo estoy de que lo siguiente si la valga; pero no me cuesta ver que quiero salir de aquí como sea, porque si lo bueno de esos días tan grises vestidos de ros

Beta-Sheet.

No estoy segura de esta es la forma correcta. Si ése es el título que debe llevar. No sé si esto me libera ya. Si consigo algo así. Pero más me vale intentarlo. -------------- Hace mucho mucho tiempo, me olvidé de ser. Me olvidé de sentir para mí. De cómo hacer que las cosas salgan de dentro. Hace mucho tiempo. Empecé a moverme con el viento, siguiendo el calendario. Parando a lo largo de la carretera para evadir el momento en el que me iba a romper. Porque sabía que ocurriría tarde o temprano. De un lado a otro sin importar el camino, y en cierto modo a sabiendas de que al llegar tampoco me importaba el destino. Soñando con el mañana, porque era el día en que depositar mis esperanzas. No sé cuando fue la última vez que algo llego tan adentro que fui incapaz de no sentirlo. La última vez en que mis sentimientos me inundaron sin avisar y llenaron todo. Aquí huele bien. No es nada mágico, es el perfume de la vela a mi derecha. Estoy de nuevo tumbada aquí, en el lugar en el que

NewborN

Es tiempo sin tumbarme frente a la hoja en blanco y la barrita parpadeante. Pero esque también es tiempo vacío. Tiempo perdido. Tiempo estancada, trabada, sin avanzar ni un paso y sin atreverme a retroceder. Es tiempo dolida y decepcionada. Por rachas. A veces creo que ese tiempo me ha ayudado a olvidar; no, que digo, a llevarlo mejor. Y es que podría estar mucho peor. Lo recuerdo mucho peor. Podría sentirme derrotada, sin apoyo ni agarre o algo en lo que creer. Dios, si no estuviera ella moriría. No es eso ahora. Sólo estoy quieta; inmóvil, intentando no perder demasiada energía para no pasarlo peor, y demasiado asustada al parecer, para enfrentarme a un riesgo que no me reporta seguridad. Me cansa verme hablar de lo mismo una y otra vez, demostrárme que nada es distinto ni parece querer cambiar. Que seguiré sintiéndome sóla entre la multitud; evitando todo sentido literario, porque la horrible verdad es que lo estoy. Que me hace falta algo más para re-aprender a vivir y que mi c