No se si es justo decir que me duele. Ahora mismo no es eso lo que siento. Me siento estúpida.
Intento encontrar la manera de acercarme a ti; sin dar yo el paso. Se supone que deberia de ser fuerte y aguantar. Se supone.
No quiero apartarme de tí, aunque ni siquiera esté cerca. Quiero poder alargar la mano y tirar de ti; acercarte a mi. Poder mirar hacia arriba y encontrarme con tus ojos, clavados en los míos; expectantes y asustados. Todo para luego enterrarme en tu pecho y respirar por fin tranquila. Entonces sabré que todo va bien.
¿Acaso fue o es todavía tan malo creer que podría tenerte para mí?
Eres cruel. Te aprovechas de mi mayor debilidad. Juegas conmigo, mueves los hilos, sabiendo lo resistentes que son. Tanto como han podido fortalecerse en cuatro meses; tan sencillo como mis sentimientos.
Decides a tu antojo, eliges lo que quieres y te olvidas cuando te conviene.
No quiero pensar en ti. Quiero salir, reír, disfrutar del tiempo; de la vida, sin pensar más allá. Quizás quiera olvidarte, pero no estoy todavia segura de ello.
Quizás pase el tiempo intentándolo y descubras lo que significó para tí tenerme contigo. Y puede que para entonces ya sea muy tarde y no haya nada más que hablar porque el momento ya ha pasado.
¿Pero yo que sé?
No puedo yo sola con todo este lío y tú tienes miedo a ayudarme. No me ayudas a acabarlo ni me das razones para seguir adelante. Eres sencillamente demasiado. Complicado y simple.
Me está costando mucho llevarte en mi consciencia permanentemente. Me golpeas desde dentro.
Intento encontrar la manera de acercarme a ti; sin dar yo el paso. Se supone que deberia de ser fuerte y aguantar. Se supone.
No quiero apartarme de tí, aunque ni siquiera esté cerca. Quiero poder alargar la mano y tirar de ti; acercarte a mi. Poder mirar hacia arriba y encontrarme con tus ojos, clavados en los míos; expectantes y asustados. Todo para luego enterrarme en tu pecho y respirar por fin tranquila. Entonces sabré que todo va bien.
¿Acaso fue o es todavía tan malo creer que podría tenerte para mí?
Eres cruel. Te aprovechas de mi mayor debilidad. Juegas conmigo, mueves los hilos, sabiendo lo resistentes que son. Tanto como han podido fortalecerse en cuatro meses; tan sencillo como mis sentimientos.
Decides a tu antojo, eliges lo que quieres y te olvidas cuando te conviene.
No quiero pensar en ti. Quiero salir, reír, disfrutar del tiempo; de la vida, sin pensar más allá. Quizás quiera olvidarte, pero no estoy todavia segura de ello.
Quizás pase el tiempo intentándolo y descubras lo que significó para tí tenerme contigo. Y puede que para entonces ya sea muy tarde y no haya nada más que hablar porque el momento ya ha pasado.
¿Pero yo que sé?
No puedo yo sola con todo este lío y tú tienes miedo a ayudarme. No me ayudas a acabarlo ni me das razones para seguir adelante. Eres sencillamente demasiado. Complicado y simple.
Me está costando mucho llevarte en mi consciencia permanentemente. Me golpeas desde dentro.
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