Ir al contenido principal

FinishLine #003

Se suele decir que con el paso del tiempo se gana perspectiva sobre estos temas. Que al cabo de un tiempo prudencial, somos capaces de mirar atrás sin carga sobre nuestros hombros, y reconocer en que momento empezaron las señales, cuales fueron nuestros errores, que cosas fueron aquellas que no supimos ver... o por los menos ser capaces de perdonar y cerrar heridas cuando sabemos que dependía de otros.

La idea de todo eso me parece muy bonita e idílica y me encantaría dar ese paso para avanzar hacia algo nuevo y mejor. Pero perdona, no puedo.

Parece que me siento aquí, impasible una vez más a contemplar como todo se me escapa de las manos, sin dejar ni rastro, pretendiendo hacer tiempo para que se termine ese periodo de "tiempo prudencial". Para comprobar, aunque sea una vez que es lo que estoy haciendo tan mal. Cual es mi error. Quizás en el momento en que descubra como consigo fastidiarlo todo siempre se me quite este horroroso peso de encima de una vez por todas y para siempre y sea capaz de sentirme libre.

¿Pero libre? ¿Libre para qué? Para lo único para lo que me ha servido esa libertad tan ansiada hasta ahora ha sido para hacerme daño a mi misma y me que me lo hagan a mi.Y ahora mismo no estoy segura de querer seguir siendo esa persona vulnerable a la que todo el mundo es capaz de herir.

Me importe o no.
Quiera o no. 

No quiero seguir siendo la niña que aprendió a base de palos. La que cree que todo lo malo le pasa a ella y es incapaz de mirar a su alrededor, nublada por la tristeza. La que tiene que reconocer muy a su pesar, después de tres años, que ha olvidado lo que es ser feliz. No lo recuerdo. No se lo que es. Cómo se siente.
Sé que antaño lo fui, y por eso se que puedo serlo ¿Pero que fue aquello que me hizo cambiar tanto como persona? ¿Cuando perdí la capacidad de sentir esa alegría?

En éste punto es en el que me planteo por enésima vez desde que comenzó todo esto, ¿Qué tipo de persona soy ahora? ¿Me gusta ser así? ¿Hay algo en este mundo mortal que pueda hacer yo para cambiarlo sin engañarnme a mí misma o a los que me rodean?

Sinceramente, y como muchas otras cosas, lo desconozco.
Es una de esas eternas e interminables batallas que se libran sin tregua en mi interior.
Y lo peor de todo es que yo lo permito. Lo permito porque me dá igual. No conozco otra cosa.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Tokyo.

Como sí la sensación fuera insólita y única; así es como se siente. Repetir la misma historia pensando que algo cambiará . Me da igual que es distinto o siquiera si lo hay. Soy completamente feliz al sentir eso de nuevo. Al sentir que algo estalla si lo escuchas nombrar; ponerte a pensar y sorprenderte analizando cada segundo recordándolo. Aún así no es eso lo que más me alegra, lo que más me despierta. Es ver que sigo viva por dentro, saber que todavía me queda algo de ilusión que derrochar por una causa distinta a aquello que me hizo librar silenciosas guerras en mi interior y escalar montañas que sólo yo podía ver; que hizo pensar y sufrir a más de uno, aún con miles de kilómetros de por medio. Y que ahora visto con ojos bien poco objetivos, tanto me costó y tan poco me devolvió . No estoy segura de si mereció la pena y tampoco lo estoy de que lo siguiente si la valga; pero no me cuesta ver que quiero salir de aquí como sea, porque si lo bueno de esos días tan grises vestidos de ros

Beta-Sheet.

No estoy segura de esta es la forma correcta. Si ése es el título que debe llevar. No sé si esto me libera ya. Si consigo algo así. Pero más me vale intentarlo. -------------- Hace mucho mucho tiempo, me olvidé de ser. Me olvidé de sentir para mí. De cómo hacer que las cosas salgan de dentro. Hace mucho tiempo. Empecé a moverme con el viento, siguiendo el calendario. Parando a lo largo de la carretera para evadir el momento en el que me iba a romper. Porque sabía que ocurriría tarde o temprano. De un lado a otro sin importar el camino, y en cierto modo a sabiendas de que al llegar tampoco me importaba el destino. Soñando con el mañana, porque era el día en que depositar mis esperanzas. No sé cuando fue la última vez que algo llego tan adentro que fui incapaz de no sentirlo. La última vez en que mis sentimientos me inundaron sin avisar y llenaron todo. Aquí huele bien. No es nada mágico, es el perfume de la vela a mi derecha. Estoy de nuevo tumbada aquí, en el lugar en el que

NewborN

Es tiempo sin tumbarme frente a la hoja en blanco y la barrita parpadeante. Pero esque también es tiempo vacío. Tiempo perdido. Tiempo estancada, trabada, sin avanzar ni un paso y sin atreverme a retroceder. Es tiempo dolida y decepcionada. Por rachas. A veces creo que ese tiempo me ha ayudado a olvidar; no, que digo, a llevarlo mejor. Y es que podría estar mucho peor. Lo recuerdo mucho peor. Podría sentirme derrotada, sin apoyo ni agarre o algo en lo que creer. Dios, si no estuviera ella moriría. No es eso ahora. Sólo estoy quieta; inmóvil, intentando no perder demasiada energía para no pasarlo peor, y demasiado asustada al parecer, para enfrentarme a un riesgo que no me reporta seguridad. Me cansa verme hablar de lo mismo una y otra vez, demostrárme que nada es distinto ni parece querer cambiar. Que seguiré sintiéndome sóla entre la multitud; evitando todo sentido literario, porque la horrible verdad es que lo estoy. Que me hace falta algo más para re-aprender a vivir y que mi c