Ir al contenido principal

Cheers.

Por ser joven y sentirme así. Llena de fuerza, pasión y ganas. Una mina sin explotar. Somos minerales en bruto buscando aquello que nos haga sacar todo lo que llevamos dentro.

Somos jóvenes.
Somos libres.

Por esa sensación de llegar a casa y cerrar una parte de tu mundo para abrir otra; más tranquila y sosegada. Ser capaz de fragmentar tu vida y personalidad en tantos cachitos como se te permita y disfrutarlos al cien por cien.

Cambiamos.
Nos adaptamos.

Por aquellas personas que hacen esos momentos verdaderamente especiales e irrepetibles. Lo son ellos; ellos son únicos y nada podrá cambiar el hecho de que les quieras.

Este momento; estos años van a a ser los mejores de nuestra vida. Da igual cuantas personas te defrauden; cuantas otras te hagan sufrir o cuantas puedan hacerte feliz. Tenemos que vivir absolutamente todos los momentos. Sean buenos o malos. Porque eso es lo que hacemos. Vivirlo todo e intensamente.

Y nos gusta.

Nos encanta esa hipersensibilidad, ese desorden mental; nuestra pequeña locura de mundo. Aquí todo es gris. Gris y perfecto para nosotros. Para madurar y aprender a ser esas personas que queremos llegar a ser algún día. Aunque sea a base de golpes.

Todas y cada una de esas caídas han tenido su razón de ser y sus motivos. Todas han servido para algo. Todas han dolido; más o menos que otras. Pero ahora he comprendido algo muy importante: en el suelo tirada, dolorida y cubierta de magulladuras; soy capaz de levantar la vista y lanzar una mirada asesina. Es la mirada joven; enrabietada, enfadada con el mundo, afligida e inexperta que cruza a cualquiera de lado a lado y no deja a nada ni nadie indiferente. 

Y eso es precisamente lo que queremos. Hacernos notar.

Photo by me. All Rights Reseved.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Tokyo.

Como sí la sensación fuera insólita y única; así es como se siente. Repetir la misma historia pensando que algo cambiará . Me da igual que es distinto o siquiera si lo hay. Soy completamente feliz al sentir eso de nuevo. Al sentir que algo estalla si lo escuchas nombrar; ponerte a pensar y sorprenderte analizando cada segundo recordándolo. Aún así no es eso lo que más me alegra, lo que más me despierta. Es ver que sigo viva por dentro, saber que todavía me queda algo de ilusión que derrochar por una causa distinta a aquello que me hizo librar silenciosas guerras en mi interior y escalar montañas que sólo yo podía ver; que hizo pensar y sufrir a más de uno, aún con miles de kilómetros de por medio. Y que ahora visto con ojos bien poco objetivos, tanto me costó y tan poco me devolvió . No estoy segura de si mereció la pena y tampoco lo estoy de que lo siguiente si la valga; pero no me cuesta ver que quiero salir de aquí como sea, porque si lo bueno de esos días tan grises vestidos de ros

Beta-Sheet.

No estoy segura de esta es la forma correcta. Si ése es el título que debe llevar. No sé si esto me libera ya. Si consigo algo así. Pero más me vale intentarlo. -------------- Hace mucho mucho tiempo, me olvidé de ser. Me olvidé de sentir para mí. De cómo hacer que las cosas salgan de dentro. Hace mucho tiempo. Empecé a moverme con el viento, siguiendo el calendario. Parando a lo largo de la carretera para evadir el momento en el que me iba a romper. Porque sabía que ocurriría tarde o temprano. De un lado a otro sin importar el camino, y en cierto modo a sabiendas de que al llegar tampoco me importaba el destino. Soñando con el mañana, porque era el día en que depositar mis esperanzas. No sé cuando fue la última vez que algo llego tan adentro que fui incapaz de no sentirlo. La última vez en que mis sentimientos me inundaron sin avisar y llenaron todo. Aquí huele bien. No es nada mágico, es el perfume de la vela a mi derecha. Estoy de nuevo tumbada aquí, en el lugar en el que

NewborN

Es tiempo sin tumbarme frente a la hoja en blanco y la barrita parpadeante. Pero esque también es tiempo vacío. Tiempo perdido. Tiempo estancada, trabada, sin avanzar ni un paso y sin atreverme a retroceder. Es tiempo dolida y decepcionada. Por rachas. A veces creo que ese tiempo me ha ayudado a olvidar; no, que digo, a llevarlo mejor. Y es que podría estar mucho peor. Lo recuerdo mucho peor. Podría sentirme derrotada, sin apoyo ni agarre o algo en lo que creer. Dios, si no estuviera ella moriría. No es eso ahora. Sólo estoy quieta; inmóvil, intentando no perder demasiada energía para no pasarlo peor, y demasiado asustada al parecer, para enfrentarme a un riesgo que no me reporta seguridad. Me cansa verme hablar de lo mismo una y otra vez, demostrárme que nada es distinto ni parece querer cambiar. Que seguiré sintiéndome sóla entre la multitud; evitando todo sentido literario, porque la horrible verdad es que lo estoy. Que me hace falta algo más para re-aprender a vivir y que mi c